Un corte en la avenida Circunvalación puso de relieve ayer en la región Rosario la situación de los trabajadores de Industrias Juan F. Secco, en particular los 30 que fueron despedidos en las últimas semanas y que pertenecen a la unidad de negocios Emergencias, que interviene en la reconexión de la energía eléctrica ante grandes apagones, catástrofes o inundaciones.  Treinta trabajadores despedidos y la decisión empresaria de reemplazarlos por otra tanda de operarios en condiciones indirectas, es decir, precarizados, tercerizados, y solo a contrato eventual.

"Suelen llamarnos los bomberos de la luz, porque trabajamos en condiciones críticas cuando hay grandes cortes de energía, y restablecemos el servicio. Pero desde hace más de un mes estamos en la calle por una sucesión de despidos que se desarrolla alentada por este clima de época, la crueldad empresaria de ajustar sin miramientos sobre su principal recurso, sus trabajadores", expuso a Rosario/12 Ariel Moreno, delegado gremial que ayer participó del piquete en Circunvalación y Uriburu, frente a la casa matriz de la empresa fundada en 1936, en Granadero Baigorria y como metalmecánica, pero que se diversificó y evolucionó de manera superlativa, en buena medida gracias a sus contratos con el Estado.

Industrias Juan F. Secco pegó el salto en los '90 al calor de los contratos con Nación. De fondo ayudó la relación de su dueño, Jorge Balan, con el entonces funcionario menemista Alberto Kohan. Hoy opera en electricidad, extracción de litio, compresión de gas y alquiler de maquinarias. Tienen negocios en Chile, Uruguay, Brasil y hasta en Vaca Muerta. Opera ganancias millonarias y es de las principales empresas de Santa Fe.

Balan, que apareció mencionado en la causa Cuadernos, supo tener amistad y sociedad con Roberto Gazze, uno de los jerarcas del grupo Vicentin SAIC, procesado por estafas y malversación de fondos. A la vez, Balan cuenta con una causa abierta en Uruguay por lavado de dinero.

"No nos queda otra que salir a la calle y protestar hasta que escuchen nuestro reclamo por la reincorporación de todos los trabajadores despedidos", denunciaron desde la Federación de Trabajadores de la Energía Eléctrica (Fetera).

Si bien la mayoría de los despedidos pertenecen al área de emergencias en Buenos Aires, y a la planta de generación de energía en Ensenada, también hay afectados en Rosario y otros puntos del país. La plantilla de personal de Secco cuenta alrededor de 2.000 trabajadores.

Uno de los despedidos ayer, Juanjo Luis, expuso con crudeza su visión de los hechos. "Nos despidieron por organizarnos. Todo empezó con reclamos simples: no teníamos un lugar para cambiarnos ni baños. Trabajamos en la calle, a veces bajo la lluvia o el frío, y la empresa no nos daba condiciones mínimas. Luego, sumamos exigencias ambientales, como evitar derrames de gasoil, y pedidos de capacitación. A la empresa no le gustó. Con el gobierno de Milei, que les da más poder, el año pasado despidieron primero a 7 compañeros en Ensenada y ahora a 21 más, para desarmar nuestra agrupación y el sector de emergencias", relató. 

Somos los que restablecemos la luz ante cortes masivos, inundaciones o fallas técnicas. Operamos en todo el país: desde La Plata hasta El Calafate, o en pueblos olvidados como La Nueva Esperanza en Santiago del Estero, donde llevamos electricidad a comunidades aisladas. Allí nosotros dimos un servicio social elemental que es el acceso a la red de electricidad, en el medio del monte santiagueño. Pero a la empresa no le interesa lo social, sino los contratos con el Estado. Además, al despedirnos, quieren eliminar cualquier voz crítica. Somos trabajadores calificados: técnicos electricistas, mecánicos, electrónicos. Nos capacitamos por nuestra cuenta porque la empresa no lo hizo.

Los despidos sobrevinieron de manera paulatina pero firme sin causa. Incluso, tiempo atrás hubo oferta de retiros voluntarios, y ahora la empresa intima a los cesanteados a que accedan a cobrar su indemnización. "Pero los compañeros no aceptaron los retiros antes, y tampoco la indemnización ahora. Lo que quieren es su puesto de trabajo, quieren trabajar", replicó el trabajador.

Hubo cinco audiencias de conciliación en el Ministerio de Trabajo, en las cuales la empresa asistió a dos y para ratificar su decisión de sostener los despidos. "Esto preanuncia la reforma laboral que pretende el gobierno. Estos despidos son la antesala de eso", vaticinó Moreno.

Los despedidos cuentan con alrededor de 15 años de antigüedad. Según fuentes de la Federa, la patronal quiere reemplazarlos por "subcontratados, tercerizados, en negro, gente además que no tiene la formación indispensable para esta función que cumplen trabajadores esenciales".

La situación no ha sido inusitada. El delegado Moreno estimó que desde 2018 hay planes de flexibilización en Industria Juan F. Secco. "La tendencia es organizar el trabajo con menos personal, en todas sus unidades de negocio. Empiezan a perseguir trabajadores, pero en Emergencia hacía tiempo querían desmantelarla pero no lo hacían. Ahora dicen que no tienen trabajo, que podrían recontratarlos pero con contratos de plazo fijo, es decir llamarlos cuando haya un evento puntual. Quieren abaratar costos, con implicancia concreta en el servicio", afirmó.