En su editorial, el periodista y conductor de La Mañana, Víctor Hugo Morales, analizó el contexto político nacional e internacional y aseguró que en todos lados se puede ver “la crueldad como estilo”. En este sentido, afirmó que “Milei es un pobre tipo”, ya que “los peligrosos son los que bancan el sistema perverso”.
El editorial de Víctor Hugo Morales
Me puse como Mafalda, a tomarle la temperatura al mundo. Entonces, uno se encuentra con:
Bullrich pone agentes encubiertos para controlar las redes sociales.
El presidente de la Sociedad Rural le dice a Milei: te admiro, Javier.
Guillermo Francos anuncia veto contra todo lo que favorezca al pueblo.
Scioli quiere esterilizar a los carpinchos.
Milei debe explicar por qué hostiga a un niño autista.
Un policía es procesado por tirarle gas a los ojos a una niña. Bullrich lo defiende.
Trump le pregunta a Zelenski cómo se ve bombardeando San Petersburgo.
Pettovello sigue demorando la entrega a los comedores.
Para ayudar a Bolsonaro, Trump le pone aranceles muy altos a Brasil.
Los trolls de Milei son denunciados por pedir los tanques en las calles.
Francia anuncia un tremendo plan de ajuste para financiar más armamento.
Los alquileres aumentarán el ocho por ciento y se precisan dos millones para ser clase media.
Hoy es miércoles y los jubilados serán reprimidos.
Hoy es cualquier día y el Garrahan sigue penando.
Mañana hay una marcha del Congreso a Plaza de Mayo. Esa joven que escuchamos, Brisa Campo, es un soplo de vida en medio de la contribución a la muerte del gobierno de las corporaciones.
La crueldad como estilo. Una oscuridad del alma que no cede y que le atribuyen a Milei. No lo vean así, al menos, no solamente así... Milei es un pobre tipo, los peligrosos son los que bancan el sistema perverso. Y nos dan un Milei.
Con Milei... marchan en contra el Garrahan, la Sociedad Rural cuyo presidente le dijo “te quiero (o te admiro), Javier”. La UIA calladita. La mafia de Clarín que solo se enoja porque no le dan Telefónica, pero banca todo lo que ya hizo Milei. Y hasta la CGT marcha caminando para atrás, duele decirlo.
La Corte Suprema, las cámaras de jueces truchados, los canales con zócalos picantes por la plata que el Estado pretende robar a los damnificados de sus fallos.
¿Cuánto tendrían que devolver Macri o Milei por fundir al país? Pero distraen. Apelan al odio como sostén del aparato monstruoso que han creado.
El Padre Paco no tiene ni arroz en caldo para repartir. La gente muere sin medicamentos, vive menos. La calidad de vida ya no se llama así. La vida soportada, en todo caso, habría que llamarla.
Pero ellos, el sistema, la muchachada que perdió el oremus hace tiempo, alguna atribulada que extraña el teleprónter, hablan para esa capa social que quiere pisotear a las víctimas del sistema. A los que lideran, pero también a todos los que simplemente son “otros”. Es decir, nosotros.