En la cercanía, la afinidad y las texturas, la música del dúo que integran Marcelo Petetta (guitarra) y Gastón Bozzano (contrabajo) provoca un diálogo que es una invitación plácida, en la que el jazz orbita, alrededor de composiciones que el dúo interviene de manera delicada y meticulosa. En el marco del ciclo FilaCero -con el público ubicado sobre el escenario- que organizan la Asociación Cultural El Círculo y el sello BlueArt Records, el dúo Petetta-Bozzano se presenta este martes a las 20 en Teatro El Círculo (Laprida 1223). “El formato que tenemos es muy acústico, nosotros ensayamos con la guitarra y el contrabajo sin enchufar nada; entonces, una propuesta así, pequeña y amable, con la gente cercana al rango que expanden los dos instrumentos, es muy interesante”, comenta Gastón Bozzano a Rosario/12.

“Nosotros volvimos a tocar hace poco, hace cuatro meses, más o menos; y luego de no tocar durante muchos años. Nuestro primer disco, Peaceful Journey, es del año 2006; después sacamos otro, Caminata, de 2015; los dos editados por BlueArt. Luego seguimos tocando, pero al poco tiempo dejamos. A comienzos de este año, se me ocurrió que podíamos continuar; haciendo nuevos repertorios, por supuesto. Nos pusimos a ensayar, ya tocamos un par de veces, y ahora estamos en carrera con nuevos proyectos”, continúa el músico.

-Al escucharlos, se me hace inevitable pensar en un diálogo entre ustedes, a partir de cuerdas que suenan distinto pero que saben coincidir.

-Sí, se trata se trata de eso. Incluso la partitura escrita, digamos, es como un punto de partida para ese diálogo. O sea, si bien nosotros trabajamos a partir de música escrita, lo interesante es lo que ocurre, te diría, en la interlínea del pentagrama. Y eso es el diálogo musical. Eso es trabajo. Y son también afectos, son imágenes. Muchas veces pienso así nuestras músicas, como imágenes. Creo que hay un diálogo abierto y a la vez no declarado entre el lenguaje visual y el lenguaje auditivo: se puede ver una película muda y escuchar una música, así como uno puede escuchar una música y proyectar imágenes. Eso es algo que construyen nuestras mentes. Por eso, el diálogo entre nosotros dos está abierto, continúa, y ojalá sea prolífico. Ahora estamos preparando material para grabar un nuevo disco, pero lo fundamental es tocar, seguir tocando, seguir encontrándonos. Al menos, en la dinámica nuestra, el fruto aparece después de todo ese trabajo de ensayos y de diálogo musical; a partir de eso va floreciendo la obra.

-Me gusta el contacto de los dedos con esas cuerdas, con lo físico de cada instrumento; hay algo que surge a la par de los sonidos que comparten.

-Hay algo que es muy básico, y es el perfume que despiden dos instrumentos cuando se unen; en nuestro caso, a partir de una guitarra eléctrica de caja y un contrabajo. Eso arma un perfume tímbrico, y es una cuestión muy interesante pensar la música a partir de lo tímbrico. Es uno de los postulados, y es uno de los caminos posibles. Hay otros que lo piensan a partir del ritmo, a partir de la melodía o a partir de la armonía. A nosotros nos gusta experimentar eso.

-El jazz también habilita experiencias así.

-La música que hacemos con Marcelo tiene jazz, pero tampoco te puedo decir que lo sea, porque un jazzero se enojaría mucho. Pero en realidad, ¿qué es hoy el jazz? Es como una caja de Pandora, un género tan abierto a las influencias de muchas otras músicas. Entonces, es como que el jazz ha infectado muchas músicas y eso es maravilloso. Poder hacer algo auténtico, algo sentido, que sea propio y que se nutra de los lenguajes del jazz, podría ser el caso nuestro también.

-¿El tercer disco ya tiene un repertorio definido?

-Todavía estamos en la escucha y viendo los materiales que tenemos. Pero no creo que sea algo iconoclasta o disruptivo, estará en el camino de Peaceful Journey y Caminata. De todas maneras, también creo que nos vamos a sorprender el día que digamos: “Bueno, tenemos estos 10 temas. ¡Vamos a grabarlos!”. Pero de momento, eso es algo que estamos viendo.

La presentación del martes contará con las presencias invitadas de dos músicos: “Vamos a tener dos timbres invitados: Cecilia Abecasis, con un tema en el piano y otro de acordeón; y va a tocar también Tomás Bozzano, que es mi hijo, un par de temas en el piano. Los dos, tocarán a su vez con nosotros. Todo de cámara, y sin enchufar”.