Desde Paris

El gobierno del primer ministro francés François Bayrou, decidió profundizar el plan de ajuste anunciando, el martes 15 de julio, un plan que impulsa recortes por más de 43 mil millones de euros para reducir el déficit público a 4,6% en 2026. El anuncio es en realidad un borrador que el gobierno deberá consensuar con las diferentes fuerzas políticas de la Asamblea Nacional, si quiere ver la luz verde en septiembre u octubre cuando el proyecto sea tratado por los diputados. En caso contrario, el riesgo de que una moción de censura sea aprobada por la Asamblea, como ocurrió el año pasado con el exprimer ministro Michel Barnier, no está descartada y como consecuencia precipite la caída del gobierno de Bayrou.

No toquen a los ricos

La propuesta del impuesto Zucman a los ultraricos aprobada por la Asamblea Nacional este año, y llamada así por el economista que la propuso, Gabriel Zucman, ha sido rechazada de plano por el gobierno del presidente Emmanuel Macron y de Bayrou. La propuesta buscaba gravar hasta el 2% del partrimonio de las 1800 personas que tienen más de 100 millones de euros, y hubiera permitido recaudar unos 20 mil millones de euros al año, según el propio Zucman y por consiguiente reducir el impacto del ajuste. La defensa del oficialismo a los muy ricos contrasta con el “esfuerzo inédito” que demanda al resto de la población para equilibrar las cuentas.

Durante la reunión del consejo de ministros el miércoles 16 de julio, el presidente Macron elogió la política de recortes anunciada por el primer ministro, calificándola de tener la “virtud del coraje, la audacia y la lucidez”.

Críticas de la oposición

No obstante las críticas han prevalecido desde las diferentes fuerzas políticas. Así Eric Coquerel, diputado de La Francia Insumisa, LFI, y presidente de la comisión de presupuesto de la Asamblea, sostiene que el ajuste propuesto para 2026 “es un retroceso de todas las conquistas sociales” y llama a censurar el gobierno. La fuerza de extrema derecha de Agrupamiento Nacional, RN por sus siglas en francés, amenaza también con la censura al gobierno, diciendo que no se les puede exigir a los franceses trabajar más. La derecha republicana, LR, en boca del diputado Laurent Wauquiez, dice que los recortes son insuficientes y que “hay que ir más lejos en la limitación de los gastos”. Los socialistas por su parte dicen estar “abiertos al diálogo”.

Para profundizar en el análisis, Página/12 consultó a Stefano Palombarini, economista y profesor en la Universidad de París 8 Vincennes Saint-Denis. Palombarini es coautor del libro “La ilusión del bloque burgués. Las alianzas sociales y el futuro del modelo francés” (Raisons d'Agir, 2017).

- ¿Puede calificarse de neoliberal el proyecto de presupuesto de Bayrou para 2026?

- A pesar del fracaso de las políticas de Macron desde 2017, el Gobierno persiste en el mismo camino. Por un lado, confirma los regalos fiscales a las grandes empresas y a los más ricos, mientras que, por otro, extiende el desmantelamiento de los servicios públicos y la reducción de la protección social. La lógica es claramente neoliberal: someter todas las actividades sociales a la lógica del mercado, apoyar las actividades lucrativas con la esperanza de que generen inversiones privadas y, por tanto, en última instancia, puestos de trabajo.

- ¿Por qué cree que el Gobierno está tomando estas medidas de ajuste?

- La razón aducida por el Gobierno es una posible crisis de la deuda pública. Pero en realidad, tal crisis parece muy poco probable. Es cierto que la deuda ha superado el 113% del PIB, pero hasta ahora Francia no ha tenido problemas para financiarla. Es más, los tipos de interés se mantienen en niveles relativamente bajos, lo que significa que la carga de intereses es hoy menor, a pesar de la mayor deuda, que a principios de este siglo. La verdadera razón de la austeridad es otra: como he dicho, los recortes propuestos permitirán seguir desmantelando los servicios públicos, lo que facilitará la expansión de la esfera privada y comercial en ámbitos como la sanidad y la educación.

- Macron lleva en el gobierno desde 2017, ¿qué ha hecho mal para llegar hoy, 7 años después de su investidura, a esta situación de desequilibrio presupuestario?

- ¡No ha hecho nada mal, ha aplicado sus políticas! El desequilibrio presupuestario se debe enteramente a los regalos fiscales a las grandes empresas y a los ricos. La retórica es la de “trickle-down economics” (la teoría del derrame): los beneficios de hoy son las inversiones de mañana y los puestos de trabajo de pasado mañana. No funciona, como todo el mundo ha visto. El hecho de que Bayrou insista en la misma línea revela la verdadera naturaleza de la estrategia de Macron: se trata simplemente de una política de clase a favor de los intereses dominantes.

- La Ministra de Cuentas Públicas, Amélie de Montchalin, ha anunciado las prioridades del presupuesto del año que viene, siendo la primera la seguridad y las fuerzas armadas. ¿Son los militares los principales beneficiarios del plan presentado por Bayrou? ¿Quienes son los perdedores?
- Los perdedores son las clases populares, como lo han sido desde el inicio de la presidencia de Macron, pero también ahora, y cada vez más, las clases medias. Evidentemente, esto plantea un problema de pérdida de apoyo a Macron, y el paso a una economía de guerra confirma que intenta resolverlo mediante un giro autoritario que en realidad lleva dando desde hace varios años, y que le acerca cada vez más a la extrema derecha.

- La defensa gubernamental de los muy ricos contrasta con la demanda del Gobierno al resto de la población de hacer un “esfuerzo sin precedentes” para equilibrar las cuentas. ¿Cómo lo explica?

- Lo explico por el rumbo de la “modernización” neoliberal del capitalismo francés. Gravar a los muy ricos permitiría preservar al menos una parte de los servicios públicos y de la seguridad social, que el gobierno quiere desmantelar en la medida de lo posible.

- Una de las medidas más criticadas por RN es la propuesta del Gobierno de suprimir dos días feriados. ¿Es posible que Bayrou haya introducido esta medida para negociar con Le Pen y evitar la censura de la extrema derecha?

- La propuesta de Bayrou es una verdadera caricatura. Creo que está vinculada a la voluntad de dejar un margen de pseudonegociación con RN, pero también con el Partido Socialista, PS. Ya hemos visto en el presupuesto anterior que estos dos partidos estaban dispuestos a dejar gobernar a Bayrou a cambio de algunas concesiones marginales. Imagino que Bayrou piensa que puede evitar la censura jugando al mismo juego, y de hecho la derogación de dos días festivos puede haber sido propuesta con esto en mente.

- Patrick Martin, el presidente del Movimiento de Empresarios de Francia, MEDEF, se ha declarado muy satisfecho con el proyecto de presupuesto por el primer ministro para 2026, y “espera que las turbulencias en el parlamento no lo distorsionen”. Los socialistas se declaran abiertos al diálogo. La derecha republicana pide más recortes, y LFI y RN amenazan con censurar al Gobierno. ¿Qué cree que podría ocurrir?

- Que el presidente del MEDEF considere las discusiones en la Asamblea Nacional como “turbulencias” lo dice todo sobre la visión de la democracia que tienen los grupos dominantes. También hay que recordar que el gobierno Bayrou está en minoría, pero la Constitución francesa le permite aprobar el presupuesto utilizando el artículo 49.3, sin la aprobación del parlamento. Sólo la censura, que debe ser aprobada por mayoría absoluta de los diputados, puede impedirlo. El poder del ejecutivo es por tanto muy elevado en Francia, pero visiblemente el MEDEF estaría más contento si estuviéramos directamente en una dictadura. Es difícil anticipar qué ocurrirá, pero cabe señalar que para la RN y el PS, no votar a favor de la censura podría salirles caro ; las medidas previstas por el gobierno son realmente impopulares, y en la primavera de 2026 habrá elecciones municipales en toda Francia, especialmente importantes para el PS. Por lo tanto no es imposible que el gobierno caiga, en cuyo caso la perspectiva de elecciones legislativas anticipadas se haría muy real.