A mal tiempo, buena cara, indica el refrán popular. Si el momento doloroso e injusto que está viviendo la comunidad del cine argentino, parece no tener fin, también habrá tiempo para la sonrisa que puede despertar una buena noticia. Una gran noticia: tras catorce años de trabajo, la nueva película de Lucrecia Martel tendrá su premiere mundial dentro de poco más de un mes en el Festival de Cine de Venecia, que se desarrollará entre el 27 de agosto y el 6 de septiembre. El documental Nuestra tierra, de dos horas de duración, se presentará en la sección oficial Documental de la Mostra Internazionale d’Arte Cinematografica, fuera de competencia, y será, sin dudas, el acontecimiento de cine nacional del año en el circuito de festivales internacionales.
Martel es también la coguionista del film con María Alché, protagonista de La niña santa (2004), co- directora de Rojo y Puan, y directora de Familia sumergida. El documental pone el foco en Javier Chocobar, activista indígena por los derechos a la tierra. El 12 de octubre de 2009, Chocobar, de 68 años, fue asesinado a tiros cuando se encontraba junto a compañeros defendiendo el territorio de la Comunidad Indígena “Los Chuschagasta”, ubicada en la localidad de Trancas, Tucumán. Producto del ataque resultaron también heridos Emilio Mamani y Andrés Mamani.
"Mucho no puedo contar porque es una película que la estamos haciendo. Y ese proceso me enrosca mucho y es difícil decir algo concreto", explicaba Martel a Página/12 hace dos años. "Lo que puedo decir es que es una reflexión sobre la historia, sobre el discurso histórico". La cineasta admitió que lo que disparó todo este proyecto fue el crimen de Javier Chocobar "y habernos involucrado durante mucho tiempo y muy profundamente en todas las particularidades en torno a eso".
Hace catorce años que Martel está abocada a Nuestra tierra, su primera incursión en el género documental, coproducida entre la Argentina (Rei Cine), Estados Unidos, México, Francia, Dinamarca y Países Bajos. “Agradecemos al Festival de Venecia poder mostrar esta película en la que hemos trabajado tantos años. Estamos en momentos de gran desorientación como humanidad, necesitamos revisar el pasado. El futuro es algo que podemos volver a inventar. No hay vida para nadie sin lugar para vivir”, dijo la directora de La ciénaga, tras el anuncio oficial. En 2017, Martel había presentado en la Mostra su último largometraje, Zama.
Y para reforzar el sentido del refrán del comienzo de la nota, también se presentarán en carácter de estreno mundial los títulos argentinos Un cabo suelto, de Daniel Hendler, en la sección Venezia Spotlight y Pin de fartie, de Alejo Moguillansky y The souffleur, de Gastón Solnicki, ambas en la sección Orizzonti.