La Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) volvió a encender las alarmas por la caída del consumo y el freno en la actividad comercial. En medio de un escenario de inflación en descenso, el vocero de la entidad, Salvador Femenía, planteó que el programa económico del Gobierno "carece de algunos detalles clave" para generar una reactivación sostenida.

En este sentido, sostuvo que el Gobierno dice que tiene algunas reformas para hacer que no las puede llevar a cabo por los números que tienen en el Congreso, pero en este escenario de inflacion en disminución da la sensación de que estamos mejor, porque muchos precios se mantienen estables pero eso automáticamente no te da mayor poder adquisitivo”, pero con costos fijos en aumento y tarifas más altas, muchos comercios de cercanía enfrentan una demanda floja, mientras los consumidores, más ajustados, destinan una porción cada vez menor de sus ingresos al consumo.

Para el vocero de la CAME, “ningún plan que ajuste la economía puede ser inmediatamente expansivo”, lo que lleva a “resentir” el consumo.

En tanto, Femeína señaló que una eventual baja de impuestos debe ser integral: no sólo a nivel nacional, sino también en las provincias y municipios. “Si no hay mayor recaudación, no pueden bajar impuestos”, remarcó, al tiempo que describió el círculo vicioso actual: sin actividad no hay ingresos fiscales, y sin ingresos, no hay margen para alivios impositivos.

Por último, aunque aclaró que no se está registrando un cierre masivo de pymes, diferenció la situación entre distintos segmentos del mercado. Algunas zonas, como Avenida Cabildo, muestran una alta demanda de locales, pero se trata de “targets diferentes”. “Nosotros representamos un mercado más chico, comercios de cercanía, y realmente ese está un poco complicado. Igualmente, desde el 2011 -pandemia mediante- hemos perdido casi 50.000 pymes”, concluyó.