¿Qué sucede a casi 4000 metros de profundidad en el océano Atlántico? ¿Qué formas de vida habitan el Cañón de Mar del Plata? La respuesta a estas preguntas están más cerca que nunca de la población de a pie. Durante 19 días, investigadores del Conicet (entre ellos cinco marplatenses), en colaboración con la Fundación Schmidt Ocean, llevan adelante la campaña Oasis Submarinos del Cañón de Mar del Plata: Talud Continental IV, una expedición que transmite en streaming las profundidades del mar argentino y que ya generó furor en redes sociales por la biodiversidad que dejó al descubierto.
La travesía se desarrolla a bordo del buque Falkor (too), equipado con tecnología oceanográfica de última generación. Por primera vez en aguas del Atlántico Sudoccidental se utiliza el ROV SuBastian, un vehículo operado de forma remota capaz de descender hasta 3900 metros, registrar imágenes en ultra alta definición y recolectar muestras sin alterar el entorno. El streaming (disponible en el canal de YouTube de la fundación) permite que cualquier persona observe en tiempo real lo que ocurre en ese mundo que parece otro, pero es el nuestro.
Según datos de Real Time Rating, el viernes el stream alcanzó un pico de 51.821 espectadores en vivo, superando incluso a las señales tradicionales. En la red social X los clips se viralizaron junto a memes protagonizados por criaturas marinas que los usuarios apodaron, como "batatita" a un pepino de mar y "estrella culona”, que, como su nombre lo indica, es en realidad una estrella de mar carnosa.
El equipo científico se enfoca en el estudio de hábitats marinos vulnerables. Analizan la biodiversidad bentónica (invertebrados y peces), la reproducción y biogeografía de especies profundas, el impacto humano a través de basura y microplásticos, el ADN ambiental, el carbono azul y la dinámica de sedimentos. Además, esperan generar modelos 3D de especies emblemáticas y producir material educativo para escuelas, museos y clubes de ciencia.
Con sello bonaerense
Uno de los aspectos destacados de la campaña es la participación del sistema científico nacional, con fuerte presencia bonaerense. En el equipo multidisciplinario está compuesto por más de 30 investigadores de distintas instituciones argentinas, la mayoría pertenecientes al Conicet. Participan científicos del Museo Argentino de Ciencias Naturales (MACN), el Instituto de Biología de Organismos Marinos (IBIOMAR), el Instituto de Biodiversidad y Biología Experimental y Aplicada (IBBEA), el Centro Austral de Investigaciones Científicas (CADIC), el Instituto de Diversidad y Ecología Animal (IDEA), y el Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras (IIMyC), perteneciente al Conicet y a la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad Nacional de Mar del Plata (UNMDP). También hay representantes del Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (INIDEP), con sede en La Feliz.
Entre los investigadores marplatenses que se encuentran a bordo del buque están Ezequiel Mabragaña, Florencia Matusevich, Nahuel Farías y Emiliano Ocampo (IIMyC), y Martín Veccia (INIDEP). Además, forman parte de la campaña científicos de las Universidades Nacionales de Buenos Aires, Córdoba y La Plata. Esta articulación muestra el compromiso de las instituciones bonaerenses con un proyecto de escala internacional que, por primera vez, permite observar en tiempo real las profundidades del Atlántico Sur.
El Cañón de Mar del Plata, donde se centra la expedición, es una formación submarina imponente y poco conocida. Ubicado a unos 300 kilómetros de la costa bonaerense, justo en el límite entre la corriente cálida del Brasil y la fría de Malvinas, representa una frontera biogeográfica clave del Atlántico Sur. Por su profundidad, complejidad y ubicación estratégica, alberga una diversidad única de especies, muchas aún sin describir. Esta campaña retoma y amplía los estudios realizados durante las expediciones Talud Continental I, II y III (2012 y 2013), desarrolladas a bordo del Buque Oceanográfico Puerto Deseado de CONICET, que permitieron estudiar decenas de nuevas especies en aguas argentinas.
Mientras el equipo científico trabaja en turnos rotativos para cubrir casi toda la jornada, el público asiste desde sus casas a una experiencia singular: mirar de frente aquello que solía permanecer oculto, para empezar a familiarizarse con las múltiples y riquísimas formas de vida que habitan nuestro mar. Como suelen decir quienes luchan por el cuidado del medioambiente: “Para cuidar, primero hay que conocer (y amar)”. Hasta los primeros días de agosto, el fondo del mar argentino abre sus puertas por primera vez para que podamos hacerlo.