Suele producirse con los premios y las distinciones a la actividad artística un fenómeno que en algunos casos es vivido como uno de los tantos aspectos banales de esta sociedad mediática; en otros potencia una trayectoria sostenida por el trabajo y los intentos por aportar nuevas búsquedas estéticas. En este último caso se puede inscribir el nombre de Eduardo Ceballos, actor, director, docente teatral y creador de grupos emblemáticos del teatro local que este año fue declarado Director y Dramaturgo Distinguido de Rosario por el Concejo Municipal.

Este reconocimiento, que tuvo una vez más a la ex‑concejala Carola Nin como redactora e impulsora del proyecto, viene a premiar una labor que se inicia hace muchos años y que abarca varias generaciones del teatro rosarino y de la región a las cuales Ceballos estuvo ligado. El creador del ya mítico Teatro Libre de Rosario, responsable de la formación de una cantidad importante de actrices, actores y dramaturgos de la ciudad, compartió con este diario las instancias que lo consagraron en una ceremonia a la que Ceballos le puso su sello particular.

"Fue toda una sorpresa, porque desde que se confirmó el lugar del evento temí por la concurrencia. Sin embargo fue sorpresivo para todos: la sala AMMA estaba cubierta casi en su totalidad, por familiares, amigos, teatreros, compañeros del Taller de Cine de la Facultad Libre de la UNR  que cursé este año y algunos vecinos que sabían de mi actividad", dice Ceballos a Rosario/12. Nombres relacionados directamente con el recorrido teatral del director como Lorena Salvaggio, Julio Chianetta, Daniel Leto reemplazando a su esposa, la actriz Nives Paschetto, el colega Toto Verna (del diario La Capital) y el director Damián Ciampechini fueron los oradores encargados de abrir la jornada.

A mediados del 2010 Ceballos ya merecía esta distinción a partir de un acontecimiento que lo tiene como protagonista exclusivo: rescata el nombre del recordado maestro Pepe Costa y el grupo Teatrika, recuperando para las nuevas generaciones de espectadores la dramaturgia de Discépolo en una inolvidable versión de Babilonia (Una hora entre criados) que dirige en la emblemática sala Amigos del Arte.

"Hubo un momento cúlmine para mí, fue cuando me entregan la distinción y hago subir al escenario a mi hijo Martín en agradecimiento a la compañía y aguante de la familia por mi profesión amada. Dije que ese reconocimiento pertenecía a él y a su mamá, pero como ella partió se lo entregaba a él como depositario", manifestó emocionado este auténtico batallador de la cultura local.

- Te diste el gusto de finalizar el acto ocupando la escena desde el lugar de la música...

- Terminó el acto protocolar y tuve el placer de hacer dos temas con el bandoneón acompañado por la guitarra de Sebastián González y el contrabajo de Federico Mayuli.

"Este año también descubrí la experiencia de poder pensar en el correr de los tiempos y que todo va transcurriendo en forma circular: aprendí a tocar el bandoneón en mi niñez y a los doce años debuté en una orquesta de las llamadas Típica de la época, lo hice hasta que emigré de Firmat a los 17 años", dice el director, que este año fue convocado precisamente para participar como músico en un espectáculo local.

"El director Damián Ciampechini (Stéfano, Embovedados, Aquariam) me consultó preguntándome si conocía a algún bandoneonista para ponerle música en vivo a la obra En el desván, que integra la trilogía Las Polacas de Patricia Suárez que Damián reestrenó este año. Creyendo que me lo decía a mí directamente, conseguí el instrumento y me sumé a esa experiencia que me resultó insuperable: ir componiendo en el transcurso de las escenas según percibiera sensaciones", recuerda Ceballos.

Este año Ceballos continuó enriqueciendo su ya cargada agenda de actividades estrenando en Amigos del Arte, sala que presidió hasta marzo, la obra Amor histórico y fogoso de la actriz Liliana Belinsky, acompañada por Rubén Deninno y el piano de Juan Manuel Acosta. "En octubre puse en escena Como el agua, texto de Tomás Foti que estrené en el Teatro La Escalera, con la asistencia de Leonor Roca", dice un creador que viene incursionando en distintas facetas de la dirección teatral.

Ceballos siguió coordinando sus talleres en distintas localidades, dirigiendo al Grupo Atelana de Venado Tuerto, estrenando la obra Minas, que en principio se iba a realizar aquí con un elenco de la ciudad. "Estas dos últimas obras van a reposición en la temporada próxima y no quiero dejar de mencionar mi participación en Omar y Omar de Tito Buzzo con las actuaciones de Omar Fanucci y Omar Tiberti.