El argentino Francisco Comesaña conquistó este martes una gran victoria en Cincinnati: luego de comenzar perdiendo el primer set y tras sufrir una descompensación a causa del extremo calor que azota en esa región estadounidense, su encuentro ante el local Reilly Opelka se interrumpió por lluvia pero tras la reanudación el oriundo de Mar del Plata remontó el juego y terminó imponiéndose por 6-7 (4), 6-4 y 7-5 para meterse en los octavos de final del certamen, su primera vez en esa instancia en un Masters 1000. Siendo el último latinoamericano que queda en el torneo, su próximo rival será el ruso Andrey Rublev, número 11 del ránking mundial.
El gran triunfo del "Tiburón" (71º del mundo), como se dijo, estuvo lleno de obstáculos. Luego de haber perdido el primer set y cuando iba 4-3 arriba en el segundo con su saque, el argentino se descompuso. Era evidente que su cuerpo estaba padeciendo las temperaturas por encima de los 30 grados y el exceso humedad, condiciones de juego que el lunes hicieron desplomarse y abandonar su partido al francés Arthur Rinderknech y que están siendo cuestionadas por los tenistas que disputan este torneo.
Comesaña recibió atención médica y, afortunadamente, se sintió bien y pudo continuar el encuentro. Es más: se repuso y ganó el segundo set, forzando un tercero decisivo. Pero en esa última y disputada manga, se produjo otro parate. Cuando el argentino acababa de salvar un match point y se preparaba para sacar con el game igualado en 40-40 y perdiendo el set 5-4, el juego se suspendió por lluvia.
La interrupción finalmente duró casi 45 minutos y, al reanudarse la acción, se notó afectado a Opelka. Aunque el marplatense cometió algunos fallos -hizo dos doble faltas-, supo repararlos a tiempo -salvó dos nuevos match points- y terminó revirtiendo la situación y poniéndose 6-5 arriba en ese último set. Luego de ver a Opelka lento, parado, incómodo y cometiendo muchos errores no forzados (fueron 57 en total, 30 más que el argentino), el estadounidense pidió atención médica. "No me puedo mover, no me siento bien", dijo, pero, incluso tras la revisión, no volvió a recuperarse. Con pelotas nuevas y un rival prácticamente inmóvil en la cancha, Comesaña se hizo fuerte con su saque y selló su emotivo triunfo.
Antes de esta victoria, que lo lleva a los octavos de final de un Masters 1000 por primera vez en su carrera, su mejor actuación había sido este año en Madrid, cuando llegó hasta la tercera ronda y perdió ante Francisco Cerúndolo por un doble 6-4. Con este triunfo, además, se aseguró ascender al puesto 54 del ránking ATP.
Comesaña, el único tenista argentino que continúa en carrera en Cincinnati, enfrentará en esa instancia a Rublev, quien también remontó su partido este martes para vencer a Alexei Popyrin por 6-7 (5), 7-6 (5) y 7-5. Su futuro rival, sin embargo, le trae dulces recuerdos. Lo enfrentó solo una vez, en 2024, y lo superó por 6-4, 5-7, 6-2 y 7-6 (5) en un partido histórico: el ruso era entonces el número seis del mundo y el marplatense, 122º del ránking, lograba vencerlo por la ronda inicial de Wimbledon, conquistando su primera victoria por el circuito ATP. Aferrado a esa escena de felicidad de su pasado reciente y a la alegría de este martes va el marplatense, que continúa brillando y quiere seguir haciendo historia.