El financiamiento universitario y la recomposición salarial de los docentes vuelven a estar en el centro del debate en el Senado, en una sesión especial que también abordará la emergencia sanitaria pediátrica y en residencias universitarias. 

Desde la Universidad Nacional de General Sarmiento, el vicerrector Germán Pinazo advirtió que el sistema de educación superior atraviesa una situación crítica y apuntó duramente a la política de ajuste del Gobierno nacional.

El vicerrector se mostró optimista por el tratamiento de las leyes que favorecen el presupuesto universitario, pero adelantó que no sabe si se podrá "resistir el eventual veto del Presidente". 

"Creo que igual la discusión acá es qué va a hacer el Gobierno en los años que vienen. Nosotros terminamos el año pasado con el gasto público en educación superior más bajo de América Latina y tenemos la tasa de matriculación más alta de América Latina, y hay toda una serie de argumentos que esgrime el Gobierno sobre la educación universitaria que son un disparate y se usan para legitimar un ajuste que no tiene ningún antecedente en la Argentina. Más allá de esta ley, mi preocupación es cómo va a reaccionar la sociedad a esta destrucción del sistema universitario", advirtió en la 750

Según sus palabras, el sistema universitario "viene siendo objeto de un ataque que no tiene precedentes" y esta ley solo sería "un parche", ya que el Gobierno nacional "se desentiende" de sus funciones hacia la educación superior. 

"Eso es lo que más me preocupa y también el cinismo: las partidas presupuestarias vinculadas al fortalecimiento de la ciencia y la técnica de la universidad es de cinco mil millones de pesos mientras que la vocería presidencial de Adorni tiene 27 mil millones de pesos. Hay mucho más presupuesto para 220 tuiteros que para el fortalecimiento de toda la ciencia", denunció.

En este sentido, remarcó que "la universidad pública es una amenaza para el Gobierno nacional, porque con su discurso hace dos cosas". "Por un lado, su discurso está basado en proposiciones articuladas por un conector lógico y el Gobierno nacional tiene muchas dificultades para articular lógicamente lo que dice y, por el otro, las afirmaciones de la universidad pueden ser contrastadas". 

"El discurso universitario es un límite a una discursividad política realmente terraplanista. Creo que por eso la universidad pública es un enemigo para el Gobierno y eso me preocupa, porque está decidido a destruirla", concluyó.