El concejal Lucas Boyanovsky, que actualmente preside el bloque y va por la reelección, se muestra preocupado y optimista a la vez. Preocupado por la gravedad de la situación social que atraviesa Vicente López, a pesar de ser históricamente el distrito de menor porcentaje de población con necesidades básicas insatisfechas de toda la provincia, pero optimista por lo que percibe en la calle.
"Mucha gente empieza a tomar dimensión ahora del peligro que significa la motosierra, gente que me cuenta que votó a Milei y se arrepiente, gente disgustada con el viraje de la intendenta Soledad Martínez", sostiene el candidato.
El comentario se debe a que, a pesar de responder a su antecesor y actual intendente de la Ciudad de Buenos Aires, Jorge Macri, de la línea del PRO más enfrentada al gobierno nacional, finalmente Martínez acató la orden de Cristian Ritondo de unificar listas con los libertarios. Esa decisión generó malestar en su propio dispositivo político y, según el lider de la oposición, empieza a tener también un correlato en el humor callejero.
Fuerza Patria logró cerrar un acuerdo de unidad muy amplio. Acompañan a Boyanovsky Marcela Cortiellas (MDF), el médico Roberto Pace (Frente Renovador) y Fernando Ruarte en representación de la CGT.
Boyanosky le dice a Buenos Aires/12 que "cada vez más, la gente pregunta por Cristina y se preocupa por su situación". "Es muy difícil hacer política y hacer campaña con nuestra principal figura proscripta e injustamente detenida", advierte.
El dirigente estuvo a cargo de una Unidad de Gestión Local del PAMI de la Zona Norte durante los años de pandemia, 2020 y 2021. Esa experiencia le permitió acceder a un conocimiento pormenorizado de la situación de los adultos mayores, y entiende que ese segmento de la población, tan golpeado, será uno de los factores más gravitantes en la próxima elección en el distrito del primer cordón.
--¿Los que viven en Vicente López pertenecen a los sectores acomodados?
--Claro que no y, menos que menos, los jubilados. En nuestro distrito se da una particularidad. Casi uno de cada cuatro habitantes es jubilado. Y de ese universo, que son alrededor de sesenta mil personas, dos tercios cobran la mínima. Eso tiene amplio impacto, obviamente primero en esas familias y luego en el consumo y el comercio, en todos los ámbitos.
--¿En qué lo observa?
--Te doy un ejemplo, hay un fenómeno que observamos cada vez con mayor frecuencia del que todavía no tenemos estadísticas: adultos mayores que no eran propietarios de su vivienda y tuvieron que dejar de alquilar para mudarse con un hijo o algún familiar. La motosierra destruye la vida de la gente. Y no puedo dejar de mencionar que, mientras todo esto ocurría, Soledad Martínez, que además de ser la intendenta es autoridad partidaria del PRO, fue a festejar el veto al aumento de haberes a la quinta de Olivos, en el famoso asado con los 87 mal llamados héroes.
--¿Entonces la del domingo es una discusión nacional?
--Es una elección en varios niveles a la vez. A nivel nacional, es la oportunidad de ponerle un freno a la catástrofe que estamos viviendo. A nivel provincial, tenemos la obligación de defender la provincia para impedir el ingreso de estas políticas destructivas. Y a nivel local, vamos a demostrar que, contrariamente a lo que creen, no pueden hacer cualquier cosa que se les ocurra, porque la motosierra ya está entre nosotros en Vicente López y eso inevitablemente va a tener costos.
--¿A qué se refiere?
--Soledad Martínez ganó con un discurso y un programa muy similar al nuestro, hablando de educación y de inversión pública, pero rápidamente se contagió del clima de época. Cerraron la salita de primeros auxilios de Barrio La Loma, uno de los más postergados. Dejaron sin guardias de fin de semana el hospital odontológico municipal, que era de excelencia pero ya no. Y así podría seguir.
--En su momento hablo de un festival de excepciones al código urbano y de un municipio cooptado por el negocio inmobiliario. ¿Eso sigue igual?
--Ahí hay un ejemplo por la positiva del valor que tiene la iniciativa política. Hace un par de años nos planteamos la doble necesidad de oponernos y, además, darle visibilidad a la cuestión. Desde entonces, el costo político fue tan alto que sólo presentaron dos. Lograron sacarlas porque tienen mayoría, pero ahora tomaron nota de que eso tiene consecuencias y, antes de hacerlo, lo piensan un poco más.
--¿Esas mayorías pueden cambiar?
--Es lo que percibo en la calle, lo que me dice la gente. Se me acercan todos los días y me dicen "yo voté esto y me arrepiento". Antes eran diez o veinte al día, ahora son cincuenta o más. Hace unos días lo charlábamos con Kato (Gabriel Katopodis), que viene mucho, y unos vecinos. La pregunta no es si votaste bien o votaste mal, la pregunta es si crees que este sufrimiento te lleva a algún lugar mejor. Si crees que no, entonces es hora de cambiar el voto.