El gobierno de Javier Milei tiene las horas contadas para definir el futuro de la ley de emergencia pediátrica, aprobada por ambas cámaras del Congreso 20 días atrás. Ahora, el Ejecutivo deberá optar por promulgarla y ponerla en marcha o vetarla y dejarla sin efecto.
La normativa tiene un amplio consenso social y busca aumentar el financiamiento de los hospitales pediátricos y poner un freno al éxodo de profesionales por los bajos salarios derivados del ajuste de la administración libertaria.
Frente a este escenario, Guadalupe Pérez, jefa del área de epidemiología del Hospital Garrahan, explicó por la 750 que la expectativa es positiva, aunque advirtió que si se llegara a vetar la respuesta será contundente.
“Nos esperanzó un montón el acompañamiento de diputados y senadores y la amplia mayoría. Esperamos que la ley se promulgue rápido. No podemos esperar meses a que tomen la decisión de hacerlo”, afirmó.
Pero alertó: “Si el presidente decide, una vez más, darle la espalda al pueblo y vetar la ley, seguiremos luchando para que vuelva y se ratifique. Porque necesitamos el hospital para darle respuesta a la salud de los chicos del país”.
En la actualidad, explicó, desde el hospital no mantienen un diálogo con el gobierno. "En lo que va de conflicto se fueron más de 240 profesionales, súper expertos en lo que hacemos. Y no es que se va un terapista y lo reemplazamos por otro. Hace falta una curva de aprendizaje", lamentó.
Por otro lado, añadió: “Lo que sentimos los trabajadores es el acompañamiento de la sociedad. Esto que uno ve en la calle. Hay un montón de familias que salieron a contar su experiencia en el hospital”.
“Todos los senadores tenían una historia de pacientes que trajeron de sus provincias. E hicimos lo máximo que pudimos hacer. Realmente el hospital es referente en América Latina en salud pediátrica. Eso nos da legitimidad", agregó Pérez.
En este contexto, aseguró: “Estamos tratando de comunicarnos (con el Gobierno) por las vías que fuimos tendiendo. Pero por la positiva. Creo que es el defecto del médico, ver siempre el vaso medio lleno”.
“Esperamos que el veto no ocurra. Pero estamos moviendo la comunicación y, si hay veto, seguiremos con la lucha. Porque no podemos perder el hospital por un capricho de alguien que no entiende nada de salud pediátrica”, finalizó.