Luego de la contundente derrota de La Libertad Avanza en la provincia de Buenos Aires, voces alineadas con el gobierno nacional salieron a decir desembozadamente que, en el conurbano votaron al peronismo porque “les gusta cagar en un tacho”. El episodio se viralizó y generó discusiones incluso dentro de los propios espacios libertarios. Pero, lo importante son los datos. Según el propio Indec, casi el 90 por ciento de los bonaerenses cuenta con inodoro. Como si fuera poco, los datos también indican que mientras que entre 2019 y 2023 comenzaron más de 1.600 obras de agua y cloacas en la provincia, Javier Milei lleva un récord inalterable en casi dos años de gestión: cero.

La bandera del Presidente sobre la paralización de obra pública flamea bien alto en lo que respecta a la chance de contar con acceso a agua potable y saneamiento. No impulsó ninguna obra nueva en la provincia y apenas empezaron dos a nivel nacional desde que asumió. De todas maneras, para el economista libertario Miguel Boggiano “la gente de La Matanza ama cagar en un tacho y caminar en calles de barro”.

Así tuiteó apenas se conocieron los datos oficiales que arrojaron una victoria por más de 13 puntos de Fuerza Patria sobre La Libertad Avanza. Todo en la frase de Boggiano está mal. Hasta el intendente violeta Diego Valenzuela salió a condenarla. Pero, además, no se sustenta en la realidad y expone la deliberada decisión del Gobierno nacional de que los bonaerenses nunca tengan acceso a agua y cloacas.

Los datos oficiales producto del Censo 2022 muestran que en la provincia de Buenos Aires el 89,5 por ciento de las viviendas particulares cuenta con “baño con inodoro con arrastre de agua”. Se trata de inodoros con botón, mochila o cadena, es decir, que el agua se lleve los desechos. En lo que respecta a los desagües cloacales, el 60,5 tiene acceso.

Yendo al Gran Buenos Aires, en los 24 municipios que rodean la Capital Federal el 87,4 por ciento de la población tiene inodoro con arrastre de agua y el 57,8 tiene cloacas. Pero, para desasnar aún más la premisa de Boggiano, en La Matanza el 83,6 de las viviendas matanceras tienen inodoro y el 58,8 cuenta con desagües cloacales.

Esos númers se alcanzaron con obras a mediano y largo plazo que no tienen ningún vínculo con Milei. El gobierno libertario que defiende Boggiano decidió desde diciembre de 2023 que ningún excluido acceda a agua y cloacas. Es la misma gestión que enaltece el empresario cordobés Lucas Salim que, tras conocer el resultado del 7 de septiembre, publicó que en el conurbano “cagan en un balde y votan a los que les roban en la cara” y los trató de brutos y pobres.

Nuevamente, los datos duros desmienten la violencia libertaria y ponen en valor la gestión del peronismo a la hora de llevar adelante obras que mejoran la calidad de vida. Según el cálculo de personas beneficiadas en Agua y Saneamiento de 2019 a 2023 elaborado por el Ministerio de Obras Públicas, la cobertura a nivel nacional pasó del 80,2 al 86,7 por ciento, y el saneamiento subió del 56,1 al 64,3. En la provincia de Buenos Aires, esto significó que la cantidad de nuevas personas beneficiadas con agua segura llegó a 1,7 millones y a más de 1,5 millones en lo que respecta a cloacas.

Y se puede trazar un marco comparativo con mayor margen de tiempo. Si se toman datos del Censo 2010, la cantidad de bonaerenses con acceso a la red pública de cloacas era del 41 por ciento. Es decir, en doce años, donde ocho gobernó el peronismo, el incremento fue de un 50 por ciento. Particularmente en La Matanza, foco de constantes agresiones libertarias, el salto de cobertura de cloacas fue de un 46 a más de un 58 por ciento.

Ni un peso para agua y cloacas

Si se toman en cuenta las obras, Milei tiene el récord negativo en la provincia, ya que no comenzó ni una sola obra de agua o saneamiento para los bonaerenses. El dato surge del informe realizado por el Instituto Argentina Grande que conduce el ministro de Infraestructura de la provincia, Gabriel Katopodis. Durante su gestión en la cartera nacional durante los cuatro años previos al arribo de Milei, se llevaron a acabo 2.475 obras en la materia, con 1.613 en la provincia de Buenos Aires.

A la hora de dejar el cargo, 917 quedaron en ejecución a nivel nacional. Desde que sumió Milei, sólo terminaron 99, apenas un 10 por ciento en casi dos años. Del total, 557 están paralizadas, de las cuales 314 están asentadas en la provincia. Es decir, 5 de cada 10 obras de agua y cloacas paralizadas están en la provincia.

Si no hay obras es porque no hay inversión. El mismo informe del Instituto advierte que el gasto de capital dedicado a obras de agua y alcantarillado cayó un 77 por ciento menos entre enero y julio de 2025 en relación al mismo período de 2023. Incluso, decreció un 3 por ciento respecto a 2024.

Así las cosas, mientras que entre enero y julio de 2023 el Estado gastó 943.110 millones de peso en gasto de capital destinado a agua y alcantarillado, en el mismo período del 2024 gastó 214.207. ¿Y en 2025? 207.441 millones, todos valores en términos reales a precios de julio 2025.

Estos datos muestran el deceso del gasto que el gobierno nacional hace sobre las obras que gestiona la Nación. A esa situación, Milei agrega un desplome en el gasto que su gobierno hace en transferencias hacia las provinciales para que realicen este tipo de obras. Mientras que la transferencia a provincias para gastos de agua y alcantarillado representó el 35 por ciento del gasto total que Nación realizó bajo este concepto en 2023, en 2024 pasó a representar apenas el 12.

Los ejemplos sobran. Este diario publicó días atrás el caso de la planta de tratamiento cloacal en Malvinas Argentinas. Durante una entrevista, el intendente Leonardo Nardini, quien encabezó la boleta de Fuerza Patria a nivel local y obtuvo el mayor porcentaje de apoyo en toda la provincia, contó el estado de abandono.

 

Tras años de planificación, negociación e intercambio de documentación con el Ejército y Aysa para contar con el predio en Campo de Mayo y allí emplazar la estratégica obra que dotaría de cloacas a más de 350 mil malvinenses, Milei tiró todo al piso. Incluso, estaba el crédito del CAF aprobado por 290 millones de dólares.