Jair Bolsonaro fue trasladado de urgencia este martes a un hospital de Brasilia, escoltado por policías penales que vigilan su prisión domiciliaria. La noticia se dio a conocer a través de su hijo, el senador Flávio Bolsonaro, quien explicó que el exmandatario se sintió mal, lo que motivó la llamada a un servicio de urgencia médica y su posterior internación.

El expresidente brasileño, que cumple prisión domiciliaria desde agosto, llegó al hospital tras semanas marcadas por complicaciones judiciales. Apenas unos días antes, el Supremo Tribunal Federal lo condenó a 27 años y tres meses de prisión por delitos vinculados a un intento de golpe de Estado tras las elecciones de 2022.

A esta condena se suma otra decisión judicial reciente: el Tribunal Regional Federal de la 4ª Región lo obligó a pagar 1 millón de reales por comentarios racistas dirigidos a personas negras durante su presidencia, además de exigir una retractación pública y la eliminación de contenidos de sus redes sociales. 

Fuentes cercanas a Bolsonaro informaron que el exmandatario sufrió una descompensación, presentando vómitos, presión baja y deshidratación. Su estado requiere monitoreo constante, aunque no se han dado a conocer detalles precisos sobre su diagnóstico. 

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