A partir de la sanción de una ley provincial, las madres y padres de bebés de alto riesgo recibirán capacitación obligatoria en RCP neonatal en todo el territorio, con la idea de prevenir y disminuir la morbimortalidad neonatal y de lactantes.
Así se estableció luego de que la Cámara de Diputados convirtiera en ley un proyecto del senador peronista Marcelo Feliú, que regula la instrucción básica en primeros auxilios para progenitores de recién nacidos en situación de alto riesgo.
“Los cursos de reanimación cardiopulmonar (RCP), cumplen todas las definiciones de una actividad educativa dirigida hacia la prevención”, justificó el autor de la norma, quien sumó que el objetivo principal es que los padres o familia del recién nacido reciban un curso específico y programado, enfocado al hecho del caso de una muerte súbita o una apnea que pudiera ocurrirle al bebé en su hogar.
Por eso, el derecho de los progenitores de recibir esta instrucción será incorporado a la Guía de Implementación del Parto Respetado en la Provincia y, de acuerdo a lo establecido por la ley, los progenitores deberán realizar esta formación antes de egresar del establecimiento sanitario en el que se produjo el parto.
La norma apunta también al “impacto emocional” en los padres y en el personal de salud a cargo al momento del alta del paciente de alto riesgo neonatal, y sostiene que la instrucción de los padres mejora la autoconfianza, reduce la ansiedad e incrementa la sensación de control ante una situación de emergencia, lo que tiene un impacto directo en el cuidado del hogar.
Cabe recordar que la técnica de RCP en neonatos debe llevarse adelante en casos de emergencia, cuando un bebé sufre dificultades para respirar o su corazón deja de latir. Hacerlo de modo correcto puede salvar vidas al restablecer la circulación sanguínea y la función respiratoria de un recién nacido que atraviesa un evento crítico.
Este ejercicio toma una importancia aún mayor cuando se trata de bebés prematuros, ya que su correcta implementación aporta apoyo respiratorio inmediato, reduce el riesgo de daño cerebral, facilita la transición a la vida extrauterina, minimiza el estrés cardiovascular y mantiene un equilibrio metabólico adecuado al garantizar un suministro constante de oxígeno y nutrientes.
Según se justifica en el proyecto, se demostró que las maniobras de RCP realizadas en neonatos, previo al ingreso a la guardia médica, incrementan la tasa de supervivencia y reducen los trastornos neurológicos de quienes transitan una emergencia pediátrica con paro cardiorrespiratorio.
“La instrucción en RCP busca garantizar que los padres o cuidadores puedan contar con las herramientas necesarias en caso de presenciar un paro cardiorespiratorio; esto incluye las técnicas para realizar RCP en lactantes y niños pero también la capacidad de percibir la situación de riesgo y actuar en forma positiva”, sumó el legislador.