Mientras Emmanuel Macron y su esposa Brigitte Macron prometen que llevarán hasta los tribunales estadounidenses las pruebas médicas de que ella no es trans, como sostienen voceros digitales de la ultraderecha trumpista que buscan “desprestigiarla” en esos términos, la sociedad francesa suspira un “¿y a mí qué…?” colectivo. Lo cierto es que tiene otros problemas: la crisis económica y de gobernabilidad que sepultó la imagen del presidente en el punto más bajo desde su primera elección en 2017.
Las fakes sobre la Primera Dama de Francia
A quién le importa la entrepierna de Brigitte Macron
Brigitte Macron es uno de los blancos principales de una campaña internacional, conspiranoica, que afirma que varias de las esposas de -no casualmente- mandatarios que no pertenecen a la ultradecha son trans. Mientras tanto, la sociedad francesa tiene otras preocupaciones que atender, más allá de la identidad de género de su primera dama.

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