Este sábado a las 11 a.m. casi 50 artistas visuales de todo el país agrupados en el Colectivo No Avalamos, más otros artistas independientes, se congregaron en el mítico Palais de Glace -Posadas al 1725- reclamando contra el cierre del edificio que no funciona desde 2017. Además estuvieron allí para hacerle frente al ataque al arte y la cultura que vienen como colectivo sufriendo por parte del gobierno nacional.
A las 10.30 a.m. algunos de los artistas ya se habían acercado a la zona para desenrollar carteles que rezaban "¡Recuperemos el Palais de Glace!" y "¡No al cierre y clausura del Palais de Glace!", firmados por la misma agrupación y por artistas no organizados. Minutos antes del mediodía comenzaron a dar una vuelta manzana aplaudiendo. En Av. del Libertador esperaron a que el semáforo frenara al tránsito para darles volantes a automovilistas y peatones sobre la situación del espacio artístico. Los carteles, volantes entregados e invitaciones virtuales exhibidos rechazaban la privatización del Palais, señalaban al acceso a la cultura como un derecho humano y exigían la reanudación de las obras y la pronta reapertura de este Monumento Histórico Nacional.
Detalles del Palais
El edificio depende del Gobierno Nacional y "se cerró en el año 2017 por obras edilicias, reformas y remodelación", dijo a Página/12 el escultor Oscar de Bueno, aunque la obra se suspendió rápidamente dejando al edificio abandonado. Esto explica su lamentable presente, totalmente vallado, despintado y con caños observables desde el exterior. "Si así está por fuera, por dentro ni queremos pensar", lamento el escultor.
Dentro del emblemático centro de exposiciones está el reconocido Salón Nacional de Artes Visuales creado en 1911 para apoyar a los artistas y a la vez, generando un patrimonio cultural de la nación. "Las pinturas, las esculturas, los dibujos, los grabados, el arte textil y la cerámica son obras que son adquisiciones del Salón y son parte de la colección de arte argentino", explica de Bueno sobre la importancia de este espacio.
Desde el cierre en 2017 ya no hay obras dentro del Palais de Glace: fueron trasladadas a un depósito en La Manzana de Las Luces. "Es una cáscara vacía", describió el dibujante y artista plástico Jorge Meijide.
En 2023 había un proyecto privado para poner en ese terreno un centro de baile de tango, rechazado enteramente por los artistas. Desde ese momento también hay intentos por parte de una Asociación de Amigos del Palais de Glace que, frente a la inactividad de la obra pública, buscan juntar fondos para reactivar la apertura, aunque Meijide asegura que sigue "todo paralizado".
Historias y miradas de lucha
"Esta lucha empezó en el año 2000 cuando el país estaba en llamas", recuerda el dibujante, y lograron que el centro de exposiciones siguiera funcionando. Sin embargo, también hizo énfasis en el cambio de reglamento del Salón Nacional, en donde "sacaron los Premios de Honor (por modalidad), los jurados no son por disciplina, son autopostulados y a veces no tienen la experiencia necesaria, y solo se puede mandar una obra por artista". Respecto a los jurados de los premios, que siguen existiendo pero son "a la trayectoria", la crítica general es que "son curadores, son todos teóricos, no hay artistas maestros", lo que le quita identidad al proceso.
La ceramista y creadora del Arte Núbico Mireya Baglietto agrega que si bien "los teóricos pueden aportar algo nuevo, los curadores son personas que solo hacen cursos y que aparecieron como una manifestación". Baglietto hizo cerámica "durante 23 años" y ganó el Premio de Honor en el Palais de Glace gracias a su talento. Sin embargo lo dejó abruptamente para comenzar con otro proyecto. "El Palais de Glace es el símbolo más importante que tenemos", asegura Baglietto, gracias a su "apertura a todo el mundo", a la premiación de obras en diferentes disciplinas y al "encuentro de todos los artistas de la Argentina". "Era competencia pura y buena", recuerda sobre otras épocas.
El arte "está tratando de resistir la existencia", reflexionó la licenciada y profesora en Artes Plásticas Mirta Narosky a nivel artístico y político. También opinó respecto al reglamento del Salón y a los curadores, sobre quienes dijo que no tienen "ningún concepto que sostenga qué es el arte contemporáneo, salvo la decisión de cada uno". A la vez denuncia que detrás de estas estrategias está la mano del neoliberalismo. "El arte era un foco de resistencia, no podían entrar, pero sacaron a los actores reales y metieron impostores", indicó.
"Queremos rescatar nuestro querido Palais de Glace", enfocó Narosky sobre el objetivo, y lo describió como "un lugar emblemático del arte que tenía muchísima vida" con sus salas de exposición. Además reconoció que sus obras fueron expuestas allí y expresó que se trataba de "un lugar de prestigio" y que no debe caer en el olvido. Y calificó al arte como "la memoria de los pueblos" y un "espacio de resistencia que nos salva como individuos, el lugar del pensamiento individual donde no hacés lo que todo el mundo quiere".
Mario Vidal Lozano es un artista plástico de Salta que vino hasta la Ciudad de Buenos Aires para sumarse al abrazo. En diálogo con Página/12 afirmó que "el Salón Nacional que se realizaba en el Palais de Glace era una fiesta para todo el país federal", y criticó que "se cerró en la época de Macri pensando en hacerlo un lugar de tango". "Venimos luchando para que se hagan los arreglos, se reabra y que vuelva a ser un lugar para todos los artistas del país", deseó.
"Era un lugar permanente de exposición para todos los artistas del país y era símbolo del federalismo cultural", recuerda Lozano hablando de otros tiempos del centro de exposiciones, aunque "ahora desapareció totalmente desde las políticas de Macri hasta esta situación de abandono, en el momento más destructivo del arte en todo el país". Este artista plástico salteño ganó un Premio de Honor en el Salón Nacional y expuso varias veces en el Palais.
Carlos Scannapieco, grabador y profesor nacional de grabado, obtuvo el Gran Premio de Honor en Grabado en 1988 y reflexionó que tanto en el arte como en la lucha, el actuar "puede ser frustrante, pero hay que persistir y confiar en lo que estás haciendo". Y se refirió al Palais de Glace como un lugar en donde siempre se seguía aprendiendo.
Informe: Juan Martín Bravo.