El municipio de San Isidro tiene un conflicto con los trabajadores de Espacio Público, que reclaman el pago de un bono y avanzan con asambleas que se profundizan con el paso de las horas. Según advierten, las medidas de fuerza incluso podrían extenderse al resto de la administración local a partir del lunes 20.
La mecha del conflicto se encendió la semana pasada, en el sector de Barrido, dependiente de Espacio Público, de la Municipalidad de San Isidro. Los trabajadores miraron primero sus cuentas bancarias, cotejaron sus recibos de sueldo y estallaron de furia.
El sindicato esperaba el pago de una suma no remunerativa de ciento veinte mil pesos durante tres meses, para compensar parcialmente la pérdida de ingresos. La disputa se origina en los términos del punto once del acta acuerdo firmada por el intendente Ramón Lanús meses atrás, a la que tuvo acceso Buenos Aires/12, donde se explicita que el pago se realizará a modo de "prueba piloto".
Desde el sindicato afirman que hicieron varias propuestas para que se efectivizara la medida, pero nunca recibieron respuesta. Hasta que, recientemente, la directora del área, Clara Sanguinetti, les comunicó en privado que el bono se pagaría a 10 trabajadores, sobre un universo de casi 500.
"La situación es dramática", explica a Buenos Aires/12 Omar Arce, secretario general del Sindicato de Trabajadores Municipales de San Isidro (Stmsi) enrolada en la Federación de Sindicatos Municipales Bonaerenses (Fesimubo), que conduce Hernán Doval.
Desde el Ejecutivo resaltan los aumentos otorgados de 10 puntos en julio y 8 en agosto, afirman que la medida se ajusta a lo pactado y el problema surge de la interpretación del sindicato, que además intentó aumentar el alcance a la totalidad de los trabajadores cuando la medida aún se encontraba en fase de prueba.
En cambio, para los representantes de los trabajadores los funcionarios "no actuaron de buena fe". "Nos dijeron que, querían hacer primero una prueba piloto con diez. Y pretendían que yo lo comunicara, en vez de dar la cara como corresponde", comenta Arce.
Bolsillos flacos
Los barrenderos iniciaron una medida de fuerza hasta que el ejecutivo revierta su decisión, es decir, por tiempo indeterminado. Además, otras áreas del municipio se sumarían a la medida, si la controversia no se resuelve en el transcurso de la próxima semana. En el fondo no se trata sólo de una cuestión relacionada con la medida sino con una situación que para algunos trabajadores se torna insoportable.
"Hay compañeros que me cuentan que les cortaron la luz por falta de pago, otros que no tienen para comprar una garrafa para cocinarle a sus hijos. La suma no remunerativa no era la solución, pero permitía palear un poco la crisis", sostiene Arce.
Actualmente, el sueldo de un barrendero sin antigüedad promedia los 550 mil pesos. Atento a los reclamos, el Ministerio de Trabajo de la provincia ya fijó una audiencia para el próximo miércoles 13.
“Vamos a empezar a comunicarle a los contribuyentes por qué no va a haber barrido, porque el 95 por ciento de los trabajadores de espacio público vivimos en San Isidro y también pagamos impuestos. Si el servicio se interrumpe, el responsable es el Ejecutivo”, advierten desde el sindicato.
La tensión, además, se produce justo antes de una nueva apertura de paritarias, que Arce acaba de solicitar formalmente. "Acá en San Isidro, es una tradición discutir paritarias cada tres meses. Lo hacíamos ya con Posse y Lanús, acertadamente, lo mantuvo", confían en el gremio.
Arce debería reunirse con su contraparte a la brevedad, para intentar alcanzar un acuerdo salarial para el trimestre final del año. No es lo mismo que esa negociación tenga un trasfondo calmo, un conflicto puntual con los barrenderos o uno generalizado a todas las áreas de la gestión.
El antecedente inmediato ocurrió en junio, cuando el personal del Hospital Central paró en reiteradas oportunidades, en reclamo por mejoras salariales. La medida incluyó a administrativos, personal de limpieza y mantenimiento, pero también enfermeras y médicos. El resultado fue el pago de un bono de 150 mil pesos y un aumento de 18 puntos, que permitió desactivar el conflicto.
Lanús negocia su desembarco
El bullrichista Ramón Lanús fue electo en 2023 por la boleta de Juntos por el Cambio, tras derrotar en las PASO a Macarena Posse, poniendo fin a una hegemonía de cuarenta años. Como su jefa política, simpatizó con la gestión nacional libertaria desde sus inicios.
En las elecciones provinciales del pasado 7 de septiembre obtuvo uno de los pocos triunfos contundentes para La Libertad Avanza. Su candidato, Jorge "Panadero"Álvarez, sacó 48 puntos, contra los 24 del peronista Federico Meca. Pero, lo más importante para ellos, fue que triplicó en votos a la candidata de Acción Vecinal, la fuerza de Posse.
En la semana posterior a la derrota, cuando el gobierno nacional se debatía entre abrir el gabinete para oxigenarse y seguir igual (lo que finalmente ocurrió), Lanús fue convocado a Casa Rosada, donde mantuvo reuniones con la mesa chica del Presidente. Finalmente, el gobierno postergó los cambios pero la incorporación de Lanús sigue en carpeta.