En su editorial, el periodista y conductor de La Mañana, Víctor Hugo Morales, analizó el rumbo económico del Gobierno de Javier Milei, luego de los anuncios de Estados Unidos de una injerencia directa en el mercado cambiario local, y explicó: “El anuncio de una medida económica que hunde al país en la peor de las indignidades lo hace el secretario del Tesoro de los Estados Unidos. Y el ministro de Economía argentino solo dice gracias, y lo dice en inglés. Es enloquecedor”.

El editorial de Víctor Hugo Morales

En el marco del Día Mundial de la Salud Mental, que se celebra hoy, la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires realizó un estudio sobre el nivel de malestar psicológico en el país. Más de un tercio de la población argentina presenta algún tipo de problema relacionado con la salud mental. El 35% de la población argentina atraviesa algún nivel de malestar psicológico y cerca del 9% está en riesgo de padecer algún trastorno definitivo.

Dicen los expertos de la UBA que la ansiedad, el insomnio y la irritabilidad andan con nosotros. Y cabe preguntarse si eso es algo que pueda sorprendernos. De verdad que no me llamó la atención. La impotencia que genera la calidad de vida a la que nos someten los poderes abruma, enferma, entristece. Hoy amanecemos más norteamericanos que nunca, y no nos gusta.

El anuncio de una medida económica que hunde al país en la peor de las indignidades lo hace el secretario del Tesoro de los Estados Unidos. Y el ministro de Economía argentino solo dice gracias, y lo dice en inglés. Es enloquecedor.

Esta semana cayó por narco el candidato más importante de la derecha. Emitió sonidos guturales, saliva y sudor la persona que funge como presidente del país, jugando a ser un intérprete del rock. Los medios de la derecha presentan el disparate económico como un salvataje. Los mercados deliran por los negocios que harán durante unas pocas semanas.

Estados Unidos compra pesos argentinos para que el dólar no se caiga. Le tira otra soga de miles de millones que implican deuda impagable y condicionamientos vergonzosos para el país.

Un amigo de los que gana casi dos millones no saca el auto esta semana. No lo pudo sostener. Hace dos meses que no va al cine, que no tiene ganas de leer, que se sienta a las seis o siete de la tarde frente al televisor porque espera que le anuncien un milagro. “Algo tiene que pasar, no puedo más”, dice. Pero imaginen al que gana la tercera parte de eso. Que el precio de los panchos bajó a 1.800 porque nadie los puede comprar. Sin contar los que perdieron el trabajo, los que se quedan sin medicamentos.

Hay algo muy fuerte aún en el humano de estas latitudes, porque los datos tendrían que ofrecer un informe de la UBA aún más lapidario y, sin embargo, resiste, pelea y sueña. Hay un porcentaje que se pone a salvo con su resiliencia y su lucidez. Aun con Scott Bessent como jefe de la economía. Con Trump robándonos el futuro con una trampa infernal, pagando con dos pesos la compra del país.

Con Espert en la boleta, Francos haciéndonos fakiu y Karina saludando la victoria con tres dedos, y Santilli offshore, y Vázquez o como la quieran llamar encabezando la derecha, y Milei haciendo equilibrio en la cornisa de un instituto mental, aún soñamos con el 26, que en la quiniela es la misa. Amén.