Compartir poesía sentados en una mesa, música en vivo, Shakespeare mediante; todo muy bien. Con la posibilidad de elegir el recorrido y los intérpretes que acompañen con una lectura íntima. La Usina Social y Rosario Imagina presentan esta primera edición de Noches Poéticas en La Usina, con dirección de Rody Bertol y la participación de 15 intérpretes, entre actores, actrices y -atención- periodistas, que recorrerán las mesas junto a la palabra del dramaturgo inglés. Este sábado inicia el ciclo, con dos funciones, 20.30 y 22.30, en La Usina Social (Jujuy 2844).
“Hacía tiempo que tenía ganas de hacer algo con el lenguaje poético, y también, paralelamente, tenía ganas de meterme en el mundo de Shakespeare; pero no vislumbrara una obra en concreto. Hasta que tuve la oportunidad, así, azarosamente, de encontrarme con sus sonetos, a los que hacía tiempo que no leía. Y volví a descubrir que son una maravilla, de una belleza increíble. Shakespeare los escribe en 1609, al refugiarse en Stratford, su ciudad natal, durante un verano; y en ese verano, como le pasa a mucha gente, se enamora perdidamente. Los historiadores hablan, por un lado, de una mujer a la que él llamaba ‘una bella mujer oscura’, pero por otro lado también se habla de un joven campesino muy bello, porque viste cómo es con Shakespeare, hay tantos datos diferentes entre los historiadores, que hasta hay algunos que afirman que no existió”, explica Rody Bertol a Rosario/12.
“También me interesó saber que después de haberlos escrito, en Londres cayó una pandemia muy grande; los elencos se desarmaron y algunos poquitos lograron salir de gira. En ese momento, un imprentero y un librero quisieron aprovechar el prestigio de Shakespeare en Teatro El Globo, y editaron entonces estos sonetos. Pero lejos de llenarse de dinero, apenas vendieron algunos, muy poquitos; y los sonetos quedaron así en el olvido. Pasaron más de 200 años para que críticos, analistas, escritores y poetas, los rescataran; y poco a poco se convirtieron en un verdadero ícono de poemas con lengua inglesa. Ahora son una obra de culto, pero llevó su tiempo. Y me pareció oportuno entonces hacer esta propuesta, sobre la plataforma de lo que ya había hecho con Lo mismo que el café y Heroínas, donde poder interactuar con actores y actrices de distintos registros y también con periodistas. Sobre todo periodistas con experiencia radial, porque estos sonetos son leídos. Me parece que va a ser un lindo cruce”, continúa Bertol.
-Entiendo que uno puede elegir el circuito con sus intérpretes, ¿no?
-Claro, al adquirir la entrada, podés elegir entre cinco circuitos. En la segunda función estarán los invitados especiales, los periodistas; y en la primera estarán los actores y actrices. Yo soy un gran admirador de un director americano, Richard Maxwell; tiene toda una fundamentación por la cual, en casi todas sus obras, hay actores y actrices con mucho oficio, pero también personas que no son ni actores ni actrices. Él logra fusionar eso, la composición de un actor, de una actriz, con la naturalidad o el despojo que tiene una persona que no es del oficio.
-Y entre todos estará circulando la palabra poética.
-Sí, a través de la cercanía con el espectador, en una mesa donde, de pronto, aparece un actor para leer un soneto, con quien el espectador podrá interactuar. Incluso el actor, en algunos casos, comienza con una frase que a mí me gusta y que es la siguiente: “¿Alguien sabe lo que es el amor?”. Bueno, vamos a ver qué nos dicen estos sonetos, a los que yo les digo poemas, porque desde la traducción, pierden la cuestión del soneto. “¿Alguien sabe lo que es el amor?” me parece una pregunta fantástica para empezar, para abrir el diálogo.
-¿Qué son las figuras de los “comodines”?
-¡Está muy lindo eso! Y no estuvo en ninguna de las otras veces donde usamos este dispositivo. Son personajes que se insertan en un momento, cuando la mesa queda vacía; es lindo y gracioso, porque vienen a criticar que estemos haciendo Shakespeare, el summum de la cultura occidental, y nos dicen que somos unos caretas culturales; hasta que aparece un actor, que sería de la seguridad del lugar, y los saca (risas). A mí me gustó porque es un poco bromearnos a nosotros mismos. Viste que sobre Shakespeare hay todo un partenón, y a mí me parece una buena idea señalarlo. Hay también otros ejemplos, pero Shakespeare es un autor tan inmenso, que todos encontramos en él lo que queremos decir, todos le hacemos decir lo que nosotros queremos. Pero podemos hacerlo, porque es de una inmensidad oceánica, realmente.
Sobre el elenco, Bertol agrega que “en su gran mayoría son actores y actrices que vienen de participar conmigo este año del Seminario Solo Beckett, una experiencia para mí muy fuerte, de la que quedó una grupalidad con la que ahora participamos con esto; y me pone contento, porque tiene que ver con trabajar intentando construir otras grupalidades”.
El elenco que acompañará las funciones está integrado por Alfredo Vivono, Mónica Toquero, Patricia Pareja, Marcelo Lamberti, Verónica García, María de los Ángeles Martínez, Violeta Albinolli, Florencia Antonucci, Alejandro Ghirlanda, Evelyn Torres, Lorena Adario, Fernanda Marchesani, Estela Grisolia, Adriana Sabbioni, Esteban Cavallero, Miguel Passarini, Lucila Román, Pato Cattaneo, Gisela Sogne, Pedro Squillaci, Arlen Buchara, Andrea López Mediza, Marcelo Gianserra, Patricia Dibert. La adaptación de sonetos estuvo a cargo de Adriana Sabbioni, Estela Grisolia, y Pipu Simeoni. Comodines: Maricel Peralta y Pipu Simeoni. Acompañamiento musical: Roberto Ceballos (saxo) y María de los Ángeles Martínez (canto lírico).