Donald Trump reveló finalmente quién pagará la construcción de su salón de baile de 250 millones de dólares en el ala este de la Casa Blanca, un proyecto que había prometido financiar sin tocar los fondos públicos. Según informó la Casa Blanca, el nuevo espacio será costeado íntegramente por donantes privados y grandes empresas estadounidenses, sin participación del contribuyente.