"Volvió al Hospital Ramos Mejía, ahora está en terapia intermedia. Lo pusieron ahí para controlar el tema de la fiebre", contó a Página 12 Fabián Grillo, padre de Pablo. El fotógrafo continúa con controles postoperatorios luego la última cirugía de craneoplastía, llevada a cabo en agosto pasado.
Según confirmó su padre, Pablo fue trasladado desde el Hospital de Rehabilitación “Manuel Rocca” al Hospital Ramos Mejía, establecimiento que dio tratamiento y acompañó su recuperación en primera instancia, al momento de la lesión. "Le hicieron una resonancia magnética hace unos días y están están buscando el origen de la fiebre", aclaró Fabián. Cabe destacar que, al ser el Rocca un establecimiento de rehabilitación, el traslado hacia el Ramos Mejía era conveniente ya que allí se cuenta con todos los elementos necesarios para su evaluación.
Pablo fue sometido a una última cirugía en la cabeza a mediados de agosto pasado, la séptima en cinco meses, luego de haber sido baleado con un proyectil lanzagás por el gendarme Héctor Guerrero el 12 de marzo pasado, durante la feroz represión a una marcha de jubilados, ordenada por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.
El gendarme que lo hirió está procesado
A principios de octubre, Fabián confirmó a este medio que, en el marco de la causa penal que investiga los hechos sucedidos a su hijo, la jueza María Servini procesó al gendarme Héctor Guerrero por lesiones graves contra el reportero gráfico y sostuvo que “era obvio que tenía que ocurrir”.
“De lo que se lo acusa es muy cercano a lo que planteamos e incluso deja la puerta abierta para ir para arriba, porque lo que se plantea es que lo hizo en reiteradas oportunidades sin ser sancionado ni reprimido por sus superiores”, afirmó.
“Por lo tanto, hay evidencia de que hacía lo que querían sus superiores. Eso es lo que queremos demostrar. Hay que demostrarlo formalmente. Acá está demostrado con las imágenes, con las palmadas en la espalda después de ejercer los disparos. No solo no había una reprimenda, sino que lo felicitaban”, dijo.
“(Pablo) se está empezando a alimentar por la boca, despacio, pero lo están probando con manzanas, puré, cosas líquidas. Hay que volver a educarlo en ese sentido”, agregó en ese momento. Además, señaló que lo único que le está provocando más inconvenientes a la hora de la recuperación es “la oralidad”.
“Está hablando un poco más. Entender, entiende todo, pero la oralidad es el problema. Hay como una desconexión que está reconectando en todo lo que tiene que ver con la boca”, concluyó.


