Las damas de Down Cemetery Road (estreno el próximo miércoles por Apple TV+) no sólo podrían formar parte del equipo de Slow Horses. Al fin y al cabo, ambas historias surgieron de la mente del escritor Mick Herron, donde se respetan los engranajes del thriller y el espionaje, el dejo de algunas notas sobre la coyuntura actual y el tono zumbón propio de la comedia negra británica. Lo más atinado sería saber si esta dupla podría suplantar a Jackson Lamb, el cáustico y perspicaz jefe de los agentes denigrados por el MI5 en aquella otra ficción. Algo a destacar, la detective privada y la restauradora de arte lucen mejor que el hediondo personaje interpretado por Gary Oldman. La inminente ficción, escrita por Morwena Banks y producida por 60Forty Films –mismo equipo de Slow Horses-, se siente más bien una melodía sincopada de la saga que va por su quinta temporada.
Al comienzo la cámara se detiene en Sarah Trafford (Ruth Wilson), una restauradora de arte de Oxford, con espíritu de forense, cuya vida parece bastante resuelta. Zoë Boehm (Emma Thompson) aparecerá un poco más tarde en escena. La investigadora opera en los márgenes de todo con decisión, cinismo y una astucia que linda con la misantropía. Las vidas de ambas no podrían ser más diferentes hasta que un bombazo en medio de un suburbio las conecte. Está la que se obsesiona con la desaparición de una niña tras la explosión, y la que se vincula con el caso por algo muy personal. El hecho de que las autoridades y los medios de comunicación se muestren reticentes, alimentará la suspicacia de ambas en una cruzada que las llevará de la ciudad universitaria hasta las costas de Escocia.
Tan noir y filosa como el look que ostenta Boehm, Down Cemetery Road combina el itinerario de este dúo improbable junto con una compleja conspiración que pone en entredicho la frontera entre los vivos y muertos. Una oscura división del Ministerio de Defensa que se maneja entre el caos y el control, será otro actor clave en esta pesquisa. Ese espejo desviado de Slow Horses es uno de los grandes encantos de Down Cemetery Road. Según sus responsables ofrecía algo “diferente pero complementario y la oportunidad de explorar otra faceta del mundo de Mick Herron –también productor del proyecto-. En definitiva, las que mandan –o están en la mira de los asesinos- son dos protagonistas femeninas complejas. Zoë es extravagante desde el primer minuto, mientras que Sarah va dejando florecer su otro yo a medida que discurran los ocho episodios. “Al principio la vemos en un mundo convencional en el que no es muy feliz, por lo bajo algo la intriga, la explosión destruye mucho pero también le da la oportunidad de escapar de esa vida. Alguien como Zoë, que ya tiene interiorizada muchas cuestiones, será ideal para su búsqueda. Sarah está desesperada por ser su amiga y Zoë no quiere a nadie demasiado cerca. Lo que las conecta es el deseo moral de hallar a esta pequeña”, dice Wilson en una conferencia de prensa de la que formó parte Página/12.
-“Es la niña que yo fui”, dice su personaje en un momento. ¿Qué hay detrás de esa frase que funciona como catalizador de la historia?
Ruth Wilson:- Son dos cuestiones: una más íntima y la otra más social. La niña representa un rastreo mucho más profundo que lo aparente. Se la cruzó pocas horas antes de la explosión y por algún motivo cree que si la puede encontrar se salvará a ella misma. Es un deseo subconsciente. Quiere volver a ser esa Sarah temeraria e inocente que alguna vez fue. Y también está el orden de lo que es correcto, luchar por cierta justicia y que los corruptos queden a la vista. Quiere hacer el bien.
-¿Cómo fue el trabajo con Emma Thompson teniendo en cuenta que la química entre ambas es uno de los mayores alicientes del proyecto?
R.W.:- Fue genial. Es una tremenda actriz y muy generosa. Tiene ese sabor y humor incorporado que le hizo muy sencillo entrar en Zoë. No las pusimos en cajas, no es que ella fuera la valiente, la que está siempre al frente, a veces Sarah es muy impetuosa y Zoë es la que se tiene que sumar a ella. Creo que como actrices también jugamos con eso. Y fue hermoso poder hacer eso con Emma.
-Su personaje es restauradora de arte, ¿qué relevancia tiene ese trabajo?
R.W.:- Es muy interesante, porque en la novela Sarah era una ama de casa sin horizonte. Que tenga un trabajo como éste habla bastante de lo que ella fue, quizá quiso ser artista, pero también de sus capacidades actuales. Creo que Sarah es muy buena para ver cosas que para otros son indiferentes. Ve detalles que son relevantes y eso viene de su habilidad.
-La historia comienza en Oxford y luego se traslada a otras geografías, ¿qué suma ese cambio geográfico?
R.W.:- Me encanta ese traslado. Lo vuelve menos de procedimiento. Empieza en Oxford que ofrece esas hermosas postales medio misteriosas. Como ellas tienen que huir tiene algo de road movie hasta Escocia, en realidad el rodaje fue en Cornualles que tiene esas costas tan singulares. Las visuales de la serie son algo importante, empieza siendo algo con lo que te podés conectar y termina siendo salvaje y extremo como ese entorno natural.
-¿Cuál fue el mayor desafío de este proyecto?
R.W.:- El tono que media entre la comedia y el drama. Pero los guiones son tan buenos que me dejé llevar por ellos. Son parte de ese mundo tan inusual y específico que propone Mick Herron. Fue su primera novela, la escribió hace más de veinte años, y parece más relevante hoy que entonces. Lo que más me gusta de su escritura es que habla de gente común. Son seres humanos fallidos que tienen el deseo de anteponerse a la corrupción e injusticia, porque así debería ser. Zöe y Sarah son dos mujeres complejas, no son superheroínas. Su claridad e integridad es lo que las lleva adelante.
Programados
* Arigato. HBO Max acaba de disponer en su biblioteca una selección de una docena de producciones hechas en Japón. En el pelotón nipón se destacan El amor es para los perros -un romance inspirado en el exitoso webtoon-, el aclamado drama culinario La grande maison Tokyo y series como Vivant y Encendedor. Hay romance, comedia, acción y suspenso, como para hacer un binge watching a puro sushi.
* Star Trek: Academia de la flota estelar ya está cerca de nuestra órbita. Paramount+ reveló el tráiler de la nueva ficción Trekkie a estrenar a mediados de enero de 2026. Del elenco se destacan las presencias de Holly Hunter, Paul Giamatti, y Stephen Colbert. Para enterarse de más novedades se lanzó el sitio StarfleetAcademy.com, donde se puede explorar la vida en el campus, los estudios y a los profesores de esta escuela a velocidad warp.
* Prime Video reveló el primer avance de la serie Amor Animal, producción con el sello de Underground. Este Romeo y Julieta modernizado sigue a Kaia (Tatu Glikman), una trapera del conurbano y a Nico (Franco Masini), un joven de clase alta con angustia existencial. Ambos tratan de hacer espacio para que su amor crezca y, al hacerlo, desencadenan una guerra entre pandillas. Toto Rovito, Inés Estévez y Antonio Birabent forman parte del elenco. La serie fue escrita por Silvina Frejdkes y Alejandro Quesada, mientras que Pablo Culell y Sebastián Ortega fichan como productores ejecutivos.
El personaje
Antón Gandoy de Animal (Luis Zahera). Para los gallegos, ser "toxo" implica ser áspero como una lija. Y así es este veterinario rural de las afueras de Santiago de Compostela en el trato con los demás. Cansado de que clientes le paguen con huevos y leche, y arreciado por las deudas, aceptará la invitación de su sobrina para trabajar en una tienda de mascotas donde los problemas no son de índole animal. ¿Se le pueden pintar las uñas a un reptil? ¿Tratar a una cobaya con embarazo psicológico o a un perro con dislexia? Sus respuestas vendrán con muchos "caralhos" de por medio. Ya se confirmó la segunda temporada por Netflix.


