Las elecciones del domingo pasado dejaron eufóricos a los mercados y al equipo económico, y no es para menos: de todos los escenarios posibles, terminó siendo una inverosímil victoria, a la que ni el más férreo libertario aspiró. Pasados los abrazos, el equipo económico escuchó al presidente Milei invitando a los derrotados gobernadores a subirse al barco de la victoria, no sin antes ponerse el buzo violeta y entregar su provincia en 2027.