El Tribunal Oral Federal (TOF) 5 de la Ciudad de Buenos Aires rechazó excarcelar a Carlos Guillermo Suárez Mason (h), hijo homónimo del comandante del Primer Cuerpo de Ejército, condenado a prisión perpetua por crímenes cometidos en el campo de concentración de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA).

La defensa de Suárez Mason, encabezada por Guillermo Fanego, había pedido que lo liberaran después del fallo que firmó la Corte Suprema el 23 de octubre pasado, en el que decía que, incluso en las causas de lesa humanidad –que son más complejas por la naturaleza de lo que se investiga y por la impunidad de que gozaron los perpetradores durante décadas–, ninguna persona podía estar en prisión preventiva más de tres años.

El argumento de Fanego fue que Suárez Mason estaba preso desde el 6 de noviembre de 2006 y que no tenía una sentencia firme, por lo que llevaba 19 años en prisión preventiva. El abogado, además, comprendía que la Corte había modificado sustancialmente su doctrina.

Suárez Mason fue condenado a prisión perpetua en noviembre de 2017, decisión que fue confirmada por la Cámara Federal de Casación Penal en mayo de 2023. Como fue absuelto por algunos casos, el fiscal Raúl Pleé presentó un recurso ante la Corte Suprema para intentar revertir esa situación –que, sin embargo, no modifica el monto de la pena–.

En sintonía con lo que planteó el fiscal Félix Crous y las querellas encabezadas por Flavia Fernández Brozzi, Pablo Llonto y Sol Hourcade (CELS), los jueces Adriana Palliotti, Daniel Obligado y Germán Castelli rechazaron la pretensión de Suárez Mason de salir de la Unidad 34 de Campo de Mayo.

Los integrantes del TOF 5 entendieron que su situación no era análoga a la que estudió la Corte en el caso de Carlos Ernesto Castillo, quien está actualmente en juicio, a diferencia de Suárez Mason, que ya fue condenado. Además, sostuvieron que, si la Corte concediera el recurso de Pleé, éste no mejoraría la situación del represor, que inevitablemente deberá purgar la pena de prisión perpetua.

Esta decisión se suma al fallo que el miércoles firmó la Sala II de la Cámara Federal de Casación Penal al rechazar un pedido de Norma Berta Radice, quien se resistía a anotar un embargo en dos sociedades. Norma Berta Radice es hermana de Jorge Radice, otro represor de la ESMA, y será juzgada por apropiarse de los bienes de los desaparecidos que pasaron por ese campo de concentración.

“Corresponde a los órganos jurisdiccionales garantizar la continuidad del proceso y, en su caso, la aplicación de la ley sustantiva, conforme a los mentados compromisos internacionales que obligan al Estado argentino. Ese deber de garantía se concreta tanto mediante el resguardo cautelar del patrimonio, cuanto la sujeción de los encartados en el proceso, por medio de las medidas precautorias pertinentes en pos de asegurar una adecuada reparación a las víctimas”, afirmó el camarista Alejandro Slokar en su voto.

“Este cometido no admite artilugios ni maquinaciones bajo ningún pretendido nuevo ropaje, pues se ingresaría nuevamente en un pasaje de impunidad que se ha desandado paulatinamente durante los últimos veinte años, en especial, ante la reapertura de estos procesos, originados en una respuesta legislativa y jurisdiccional, tardía, pero concluyente”, añadió.

Suárez Mason (h) fue uno de los oficiales rotativos que tuvo el grupo de tareas de la ESMA. Los sobrevivientes lo recuerdan siempre pulcro, preocupado por el orden y con acceso a distintos espacios del centro clandestino. Andaba por el sótano --el sector dedicado a las torturas--, por el Dorado --donde habitaban los oficiales de inteligencia-- y también por la llamada pecera, donde detenidos y detenidas eran obligados a hacer trabajo esclavo. Entre el 15 de agosto y el 1 de noviembre de 1977, en una de las peores épocas de la represión, ese joven capitán de fragata estuvo destinado al campo de concentración de la Marina.

En julio pasado, Suárez Mason (h) fue uno de los represores que se fotografió junto a los seis diputados de La Libertad Avanza (LLA) que fueron a visitarlos al penal de Ezeiza, donde estaban alojados en ese momento.