Hay diseños más exigidos que otros en cuanto a funcionalidad y resistencia, y en el top del ranking están los bolsos de viaje. Es que aspiramos a que se achiquen o agranden de acuerdo a la ocasión, y sobre todo resistan el maltrato de los diversos servicios de transporte a los que solemos someterlos. Varios diseñadores proyectan sus propias versiones con materiales y tecnologías al alcance. 

Especial cicloturistas

Este es uno de los segmentos que más se ha desarrollado en los últimos años debido a la demanda de usuarios. Pioneros, Halawa tiene 23 años en el mercado y nació de la propia necesidad de sus creadores, el diseñador industrial Juan Pablo Casaccione y la egresada de Bellas Artes Virna Lisi. “Queríamos hacer un viaje y no encontrábamos lo adecuado en nuestro país y lo importado era excesivamente caro, así que pusimos manos a la obra y con los conocimientos de diseño de Juan Pablo, buscando los materiales necesarios por cielo y tierra, salió el primer prototipo. Así nació nuestra primer alforja en 1994, estrenada en una Semana Santa”. 

“Era un viaje que no tenía la intención de convertirse en empresa pero fue el primer paso porque así son los viajes y los caminos: sabés de dónde salís pero no a dónde te van a llevar. Así que hoy seguimos fabricando nuestros productos con el entusiasmo del primer día, pero renovándonos y escuchando las necesidades de nuestros clientes”. 

Una de las vedettes de la firma es la línea Evo III, contenedores que proponen soluciones flexibles a usuarios de bicicletas a partir de aprovechar y maximizar el espacio de carga. “La colección se destaca por el aprovechamiento eficiente de los materiales sin comprometer su resistencia y durabilidad. Minimiza la cantidad de costuras a través de pliegues en las telas que aumentan su resistencia y brindan mayor síntesis a su morfología”, cuenta Virna.

Pro ciclistas urbanos

Más reciente, el reconocido diseñador industrial Leandro Laurencena, co-director durante diez años del emprendimiento Diseñavera, la marca BelVento es otra dedicada al diseño de complementos de ciclismo, en este caso urbano: bolsos, mochilas, alforjas y todo tipo de accesorios para los amantes de las dos ruedas. 

“De un tiempo a esta parte Buenos Aires se ha convertido en el escenario y testigo del crecimiento de este estilo de vida, con un público cada más grande y exigente a la hora de elegir su bicicleta y los accesorios que la acompañan. Cada ciclista es distinto así que manteniendo un sello de diseño distintivo nos apasionamos por encontrar la mejor solución para cada tipo de ciclista. Por eso, la propuesta se compone de una variedad de productos que permiten elegir entre distintas tipologías, funciones, tamaños y materiales. Así por ejemplo, es posible elegir entre productos para llevar sobre la bici o sobre el cuerpo; funciones como bolsos, alforjas, bolsos tote o mochilas, o incluso accesorios como straps para sujetar tus pantalones mientras pedaleas”, detalla Laurencena.

La línea incluye mochilas de 16 y 20 litros de capacidad de carga, realizadas en lona cobertura impermeable con forro interior de poliéster, lo que les confiere gran resistencia frente al uso intensivo. Tienen un interior amplio con un separador para el transporte de computadoras portátiles de 13” y 15”, y bolsillos internos para contenidos de menor tamaño, como el celular, llaves y documentos. 

La etiqueta 28 Veintiocho, del diseñador Pablo Dalmastro, también se ocupa de proyectar todo lo necesario para un ciclismo por la ciudad. Bajo el lema “Pedaleá. Del viaje nos ocupamos nosotros”, este joven diseñador entiende que “el ciclista comparte escenario con diferentes medios y debe tener en cuenta variadas situaciones. Por eso diseñamos accesorios para hacer más ligeros y cómodos los traslados, mejorar el rendimiento y vida útil de la bicicleta, y facilitar la incorporación de este medio de vida. Nuestros productos son concebidos desde el diseño responsable, eligiendo materiales reciclables de gran resistencia. La producción es nacional. Defendemos el comercio justo y apoyamos la industria local”. 

Sus propuestas incluyen los Bolsitos, bolsos desplegables que permiten transportar todo tipo de objetos en un mínimo volumen. “Utilizado como riñonera o como bandolera cruzado en la espalda, otorga autonomía y confort al ciclista, asegurando un pedaleo sin molestias”. Además, la marca ofrece tensa cadenas, un accesorio de aluminio que permite el a ajuste y regulación de la tensión en la cadena de transmisión manteniendo la tensión de la cadena por más tiempo, prolongando así su vida útil. Y el porta U, un soporte textil para el traslado de candados de bicicleta tipo U-lock. Se integra a la prenda del ciclista, sujetado a un cinturón y diferentes estribos. 

Deportes extremos

Ya dimos muchas veces cuenta de la fuerte relación entre deportes extremos y diseño. La dupla formada por el diseñador gráfico Pablo Kreseler y Ariel Molbert, ambos skaters, es un buen ejemplo. Desde hace un tiempo, a través de su emprendimiento Jodadth Freestyle Company, fabrican productos de marroquinería técnicos para skate y longboard. 

“Por cuestiones ideológicas no usamos materiales de origen animal ya que ambos somos vegetarianos. Utilizamos principalmente cordura de 600 x 600, cuerina automotor impresa, microfibra, polex y remaches. Los productos técnicos son desarrollados desde la necesidad, principalmente de transporte. Hacemos focus groups donde vamos dándole forma a los prototipos. Y después el producto final, al que luego seguimos evaluando y teniendo en cuenta los feedback. Trabajamos materiales de calidad y de muchas resistencia ya que los objetos que se utilizan para realizar deportes extremos como un skate, un longboard, patines, que requieren de durabilidad”, rematan.

¿Una perlita? La mochila portapatines con un compartimento que se pliega y despliega según el uso.