César Frate, el hombre de 57 años que subió a su hija a la terraza de un edificio desde donde amenazó con tirarla si no iba a verlo su expareja, debe empezar a cumplir la condena a 3 años y 11 meses. En primera instancia el acusado había sido sentenciado a 4 años y 8 meses; pero la Cámara Penal redujo la pena. Como la defensa del imputado presentó un recurso de inconstitucionalidad en la Corte Suprema de Justicia de la provincia, no se cumplimentó la detención hasta tanto no quedara firme la resolución. Ahora, el máximo tribunal rechazó el pedido del acusado y deberá empezar a cumplir la pena.

El 21 de junio de 2014 fue un día de terror para Aurora Díaz, la madre de la niña que padeció las amenazas de su papá. Ese día, amenazó con arrojarse de la terraza de un edificio ubicado en Italia al 900 junto a su pequeña hija de tres años si su ex no se presentaba a hablar con él. "Si querés vernos, miranos por televisión o vení por Dorrego, en el estacionamiento de La Gallega. En 10 minutos estamos en la cornisa del piso 10 y nos vamos a ver a los abuelos (fallecidos)", amenazó el acusado en un llamado a Aurora.

La escena era de pánico. La mujer llegó al lugar y con ayuda de personal policial y de Bomberos se acercó al acusado y los agentes pudieron sacarle a la nena.

En junio de 2016, Frate fue condenado tras un juicio oral y público. Javier Beltramone, Carlos Leiva y Patricia Bilotta lo sentenciaron a 4 años y 8 meses de prisión, contemplando el contexto de violencia de género. Los delitos que le achacaron fueron abandono de persona agravado por el vínculo y amenazas coactivas en concurso real, pero resultó absuelto de los delitos de desobediencia de la orden de restricción y cese de hostigamiento que reclamaba Aurora.

Sin embargo, en abril del año pasado, la Cámara de Apelaciones redujo la condena a 3 años y 11 meses. El fallo fue de los jueces Carina Lurati, Guillermo Llaudet y Carlos Carbone. Lurati votó a favor de confirmar íntegramente la sentencia inicial, con la primera condena. Según la magistrada, se trató de una situación "en la que se colocó a la menor en peligro. Se la situó, se la expuso. Ella estaba en su casa, sin riesgos. Y el padre se la llevó dolosamente", señaló. Sin embargo, sus pares votaron de manera diferente y hubo que promediar la pena, que quedó en 3 años y 11 meses.

Pese a todo ese periplo judicial, de tres años, Frate apenas estuvo preso siete meses (parte en efectiva, parte en domiciliaria y otra parte internado en un psiquiátrico), al principio de la investigación. Incluso llegó al juicio en libertad, y con la excusa de la presentación de una apelación también estuvo en esa condición durante la audiencia de Cámara. Al escuchar el fallo de segunda instancia se basó en la idea de recurrir a la Corte para seguir libre hasta agotar la vía recursiva.

El beneficio le duró hasta el viernes pasado, cuando fue puesto en prisión efectiva luego de que el máximo tribunal rechazara el recurso presentado para eludir la condena. Ahora, la Justicia de Ejecución Penal deberá conmutar los pocos meses que estuvo en prisión, en 2014, para definir el tiempo que debe cumplimentar en prisión.

Aurora Díaz fue acompañada durante el proceso judicial por el equipo de profesionales del Centro de Atención Judicial, con los abogados Juliana Tagliati, Valentín Hereñú y la trabajadora social Cecilia Andreucci. En diálogo con Rosario/12, Hereñú saludó la decisión judicial de última instancia y recordó que hubo que pasar por una serie de pasos burocráticos en el que se dio a entender que Frate debía presentarse en sede policial, pero no se le puso fecha, ni plazo. "Tuvimos que pedir habilitación de feria para que se ordene la detención, porque Frate hizo caso omiso a la orden judicial de presentarse. Lo arrestaron en Paraná (Entre Ríos) donde estaba viviendo", resumió.