El ex vicepresidente Amado Boudou contó que los 70 días de prisión en Ezeiza los vivió “como cualquier preso común”, en un pabellón de máxima seguridad compuesto de 15 celdas “y un espacio común de 50 metros por 15”. A tres días de que la Cámara Federal ordenara su liberación, dio más detalles sobre las condiciones en las que estuvo encarcelado. “La celda la encontré incendiada, con un detalle muy simpático de un póster de Macri y su familia, muy nuevito, recién puesto”, puntualizó y agregó que lo dejó en el mismo lugar “para motivarse”. El ex vicepresidente estuvo ayer en Comodoro Py para notificarse de la excarcelación y de la caución que se le impuso. “Juré que no me iba a escapar, como puso en la tapa un medio”, ironizó.

Boudou reveló que la celda en la que lo alojaron era “la peor del pabellón” y “la única que estaba quemada”. Relató que para poder hacer actividad física, con sus compañeros convertían los tachos de lavandina y de pintura en pesas. “Por ahí era otra prueba más a superar”, consideró, después de asegurar que ahora quiere saber quiénes fueron los “responsables políticos” de lo que pasó. Agregó que eso no incluye solamente a los prefectos que sacaron fotos al momento de su detención, sino también a las altas esferas. “La Prefectura es una institución de nuestra patria, hay que ver quiénes les daban las órdenes. Permanentemente recibían llamados con nerviosismo”, afirmó en una entrevista con Daniel Tognetti en Radio Del Plata.