Vienen en búsqueda de un cambio profundo. No quieren un país productivo con todos adentro, ni está en su entramado económico y político gobernar para el pueblo. Por eso quieren desarmar los proyectos colectivos. Quieren buscar la distancia entre los gobernantes y el pueblo. Principalmente buscan ese distanciamiento, su matriz ideológica neoconservadora no sólo es económica sino social y cultural. 

Ellos entienden que es “natural” que manden los que tienen que mandar, es  la lógica de patrones de estancia. Tienen un plan ambicioso de instalar en el sentido común que los que dirigen el país son aquellos que lo hicieron a lo largo de la historia. Por eso nada de lo que pasa es por error, ni son excesos, son decisiones políticas. Son decisiones en el marco de un proyecto de país con privilegios de unos pocos. Por eso se meten con el trabajo. Con los derechos. Con los trabajadores organizados. Con los sindicatos. Con las movilizaciones populares. Con las organizaciones de base. Con las universidades. Con las mujeres. Con los organismos de derechos humanos. 

Una nueva decisión política está en marcha con la eliminación de la Paritaria Nacional Docente y los cambios en la forma de representación del supuesto diálogo entre representantes de los sindicatos y el gobierno. En este caso otra vez se recurrió a un decreto, que se suma al megadecreto que avasalla leyes y modifica reglas de juego en distintas áreas del Estado.

Otra vez las decisiones políticas se expresan con una metodología que deja afuera al Congreso, lo cual marca la debilidad del gobierno en la discusión legislativa porque solo lo sabe hacer con disciplinamiento y caja.

Hay una pregunta sencilla y clara:¿Por qué la Paritaria Nacional Docente? ¿Será ensañamiento? ¿Será disciplinador?

¿Será que quieren atacar y debilitar a los sindicatos para que no haya capacidad de resistencia y así ir sacando derechos?

Ellos saben de la lucha del colectivo docente a lo largo de la historia. Saben que son quienes defienden ideas, tienen principios, los mueven las convicciones y la esperanza de que el destino predeterminado puede torcerse. Eso es la enseñanza y eso son los y las docentes, los que se desafían cada día para que todos sus estudiantes aprendan, no importa de dónde vengan y que tengan, hijos de quién sean, la religión que practiquen o el amor que elijan. Los docentes tenemos la formación y fortaleza necesaria para enseñar a todos en su diversidad y es justamente esa tarea y defenderla en cada momento de la historia lo que ha hecho que tengamos el cuerpo curtido. 

  Los que somos docentes sabemos de la paciencia y calma necesaria de la enseñanza. Quienes elegimos enseñar trabajamos para el largo plazo. Sabemos del esfuerzo cotidiano de la tarea docente y de nuestros estudiantes y sus familias. Sabemos de paciencia pero también de resistencia y lucha. 

Podrán cambiar las reglas de juego, podrán avasallar derechos con un decreto, podrán simular que quieren dialogo, podrán hacer esas y otras cosas, pero lo que no podrán es destruir nuestra identidad y nuestra historia.   Son tiempos para no estar solos. La salida no es individual, aunque ellos insistan, sino que es colectiva, siempre con otros, y, en este tiempo, con todos los otros que caminamos la misma orilla, priorizando aquello que nos junta y no lo que nos diferencia.

Hoy son necesarias las generosidades políticas y la humildad en los aportes de cada uno. Son tiempos difíciles pero como dice Linera, “para nosotros los tiempos difíciles son nuestro aire. De eso vivimos, de los tiempos difíciles, de eso nos alimentamos, de los tiempos difíciles”.

Aunque hay días que se dificulta ver el horizonte, aunque hay días que la bronca y el enojo invade, aunque hay días donde la angustia no te deja disfrutar de estar vivo, aunque hay días…

También hay otros días que las fuerzas necesarias hacen posible que cada gota de agua se junte y arme mares con oleaje necesario para avanzar. Aunque no lo veamos todos, aunque a algunos les cueste más que a otro sentir la esperanza de lo próximo. Acá estamos, dando fuerza y armando una oleada más fuerte, más grande, colectiva y solidaria para llegar a la playa. 

Q Docente e investigadora UNLP. Soles de Mayo. Provincia de Buenos Aires.