El Tribunal Superior de Justicia (STJ) liberó ayer la investidura de la nueva ministra de Trabajo de Brasil, Cristiane Brasil (foto), después de que un juez en primera instancia suspendiera el juramento por considerar que está inhabilitada para ejercer el cargo por haber sido condenada en un juicio laboral. La jura del cargo fue suspendida el 8 de enero por un juez federal de Río de Janeiro, Leonardo da Costa Couceiro, en base a una acción en contra de Brasil, quien fue condenada por haber tenido a dos conductores a los que nunca formalizó su contratación –suena familiar a la luz de las revelaciones sobre el ministro argentino Jorge Triaca–. El Movimiento de los Abogados Laboristas Independientes (MITI) presentó una denuncia y consideró que, por el principio de la moralidad, una persona que ya fue condenada por infringir las leyes laborales no puede asumir como ministra de Trabajo, argumento que fue acatado por la justicia en primera instancia. No obstante, la Abogacía General de la Unión apeló la decisión y señaló que la sentencia “interfiere drásticamente en el Poder Ejecutivo, provocando daños a la gestión gubernamental, en la medida en que coloca en riesgo al Ministerio de Trabajo al dejar la cartera sin comando”. Brasil, abogada de formación de 44 años, fue nombrada a comienzos de enero por el presidente de Brasil, Michel Temer, como la sustituta del también diputado Ronaldo Nogueira, que renunció como ministro de Trabajo para poder concentrarse en la campaña en la que intentará ser reelegido en las elecciones de octubre próximo. La legisladora es hija del ex diputado Roberto Jefferson, presidente del Partido Laborista Brasileño y quien fue uno de los condenados del llamado escándalo de corrupción Mensalao. No obstante, su pena fue perdonada en 2006.