Para Hugo Moyano, las denuncias judiciales que pretenden achacarle representan en realidad una jugada a dos bandas del gobierno nacional que por un lado intenta disciplinar a los sindicatos y, por otro, distraer a la sociedad “porque no tienen capacidad para salir de la crisis”. El camionero, ahora alejado del Gobierno, aseguró que los integrantes de la administración de Cambiemos “desprecian a los laburantes” porque nunca tuvieron necesidades e incluso afirmó, con una alta dosis de ironía, que “si he cometido algo por lo que tenga que ir preso, lo único que pido es estar al lado de la celda de Franco, porque si me meten preso a mí, imagínense entonces el padre de Macri con los desastres que hizo”.

La reaparición de Moyano se produjo un día después de que, con bombos y platillos, los grandes medios de comunicación afines a la Casa Rosada se hicieran eco de que un fiscal notificara a Moyano de la existencia de una causa abierta por asociación ilícita y fraude a los directivos del Club Atlético Independiente, que él mismo preside y donde su hijo Pablo ocupa la vicepresidencia. Eso lo llevó a sentarse en el set televisivo de Crónica TV para, desde allí, no solo rechazar las acusaciones sino también criticar al Gobierno y señalar que está detrás de estas operaciones. El miércoles, además, Camioneros había confirmado y pueso fecha a una movilización, que se realizará el 22 de febrero. Sobre las denuncias dijo que “son un disparate sin sentido” y advirtió que sobre esa causa lo que recibieron es una notificación de que se realizarán pericias que ordenó la Fiscalía que entiende en la causa abierta por las declaraciones del detenido barrabrava Pablo “Bebote” Alvarez. Aprovechó esta referencia para indicar que el Gobierno la promueve a modo de una “venganza” en su contra por no arrodillarse ante el poder. “Yo sólo me arrodillo ante Dios”, pontificó.

Moyano reconoció una larga amistad con Macri e incluso aseguró haberlo defendido ante el gobierno del Frente para la Victoria cuando el actual mandatario nacional gobernaba la Ciudad de Buenos Aires. “Ahora son el poder y creen que se pueden llevar a todos por delante”, indicó. De hecho, cuando la campaña presidencial de 2015, el propio Moyano afirmó que Macri había sido uno de los gobernantes que más había hecho por los trabajadores. Pero ese tiempo ya pasó. Según sus declaraciones de ayer, fueron las políticas aplicadas por la administración de Cambiemos lo que los distanció a tal punto que ya ni siquiera hablan por teléfono. Moyano insistió en sus tesis de la “venganza” que aplican los funcionarios nacionales y puso otro ejemplo para demostrarlo cuando recordó que, luego de que su hijo Pablo acompañara a la Corriente Federal de los Trabajadores en la primera movilización contra la reforma previsional fue allanada la sede de Independiente. “Lo único que falta es que acusen a mi mamá que tiene cien años”, ironizó con una media sonrisa. Lo curioso es que Pablo Moyano sólo estuvo en aquella movilización y después no apareció durante las jornadas que incluyeron represión, heridos y detenidos, del 14 y 18 de diciembre. En aquellos días, los sectores más combativos e incluso los conservadores de la CGT criticaron a Moyano hijo porque ni siquiera participó de la decisión del luego frustrado paro nacional. En los mentideros sindicales siempre le adjudicaron un doble juego a los Moyano, donde el padre negocia y el hijo aprieta. Incluso aseguran que la actual dureza de Hugo tiene que ver con el ataque a Pablo más que a su propia persona. Pero, más allá de esas especulaciones, las afirmaciones de Moyano no parecen alejadas de lo que ocurre en la actualidad. Por caso, para el camionero no hay lugar a duda de que el Gobierno lo está utilizando para “distraer la atención”, porque “quieren ocultar lo que ocurre en el país y no les veo capacidad para salir de la crisis que vivimos”. Es más, en otro tramo de la entrevista indicó, casi como un dirigente clasista, que los funcionarios del Gobierno consideran que “si sos laburante no podés tener nada, pero ellos pueden tener lo que se les dé la gana porque son empresarios. Mi viejo me dejó de herencia el defender a los laburantes. A otros les dejaron el haber comprado y vendido el Correo Argentino”, dijo, en obvia referencia al Grupo Macri y la privatización del servicio postal. No fue la única referencia a la familia presidencial. También dijo que los trabajadores fueron los que pelearon contra la última dictadura y que “los empresarios fueron socios y compinches de los dictadores”.

Para Moyano, la otra prueba del desprecio del Gobierno hacia la clase trabajadora se expresa en el intento de ponerle techo a las paritarias. “Eso significa sacarles el plato de comida a los trabajadores. Como a ellos nunca les faltó nada  no se dan cuenta de que la gente pasa necesidades”. 

La discusión y el distanciamiento con el Gobierno le servirá al sector de Moyano en la CGT para recuperar fuerza en la lucha por la reorganización de la central sindical.