¡Joder! Pueblos y ciudades españolas se han declarado la guerra, y luchan hoy entre sí en un enfrentamiento que nada tiene que ver con armas de fuego y mucho con... clics. Clics modernos, sin duda, en tanto se codean ibéricos de todas las coordenadas por ganar peculiar concurso: el que, votación online mediante, les permita ubicar a su poblado en una de las casillas de la venidera edición del afamado Monopoly, versión España. “Buscamos 20 ciudades de más de 50 mil habitantes y 2 municipios de menos de 50 mil que quieran formar parte del tablero”, ofrece la web lanzada por la firma Hasbro para que la gente ingrese su opción. “Esperábamos que funcionase, pero no de esta forma. Está siendo tremendo”, declaró el director de marketing de la mentada empresa juguetera, Ignacio Gaitán, corroborando los varios millones de votos ya emitidos, y lo que puede chequearse en el sitio oficial: que San Fernando (Cádiz) y Alcobendas (Madrid) van por tutti, alternándose el primer puesto, con trabajadores municipales, vecinos, colegios y familiares de los residentes fogoneando en redes sociales para que coterráneos voten por su municipalidad. Y es que, claro, pujan por las casillas más deseadas, ¡las azules!, que tradicionalmente han sido ocupadas por el Paseo del Prado y el Paseo de la Castellana.  Curiosidad aparte la de paisanos de petites pueblos como Pedroso, en La Rioja, que han sacado provecho de la irrestricta modalidad que permite cliquear cuantas veces dé la gana: con apenas 77 habitantes, suman más de 145 mil votos. Desde el diario El País se sacan el sombrero alto frente al esfuerzo colectivo; “en Pedroso se están dejando los pulgares”, conceden. Mientras, Gaitán señala: “Si un sitio pequeño se esfuerza, puede entrar en el tablero. Así es más interesante”. Por lo demás, se multiplican a lo largo y ancho los grupos de Whatsapp y Facebook para informar cómo sigue el ránking, y darse ánimos los vecinos de toda España. Habrá que ver si el entusiasmo continúa hasta el 17 de marzo, cuando cierra el escrutinio. Y una vez que la nueva versión del juego capitalista por excelencia se acabe editando, cuánto resisten los locales sin vender su sitio al mejor postor, que harto es sabido: todo acaba en un solo par de manos.