El gigante tecnológico Google aplica una política de retribución de sus empleados que tiende a no discriminar entre hombres y mujeres con una fórmula aparentemente neutra que evita la brecha salarial. “Los salarios los programa un algoritmo donde el sexo de las personas no forma parte de los datos”, afirmó la directora general de Google para España y Portugal, Fuencisla Clemares. Para determinar los sueldos de los empleados el algoritmo tiene en cuenta exclusivamente aspectos laborales, como el puesto que ocupa el trabajador, su nivel profesional y el logro de objetivos.