Una banda armada asaltó ayer al portavalores de un frigorífico que iba a realizar un depósito bancario. Los delincuentes se alzaron con una una suma estimada en siete millones de pesos, en efectivo y cheques, luego de reducir al policía que trasladaba los valores en Martín Fierro al 200, en zona norte.

Los asaltantes, que se trasladaban en un Volkswagen blanco y un Peugeot Partner, interceptaron al subofical León Ramón Osvaldo Iván, quien se desplazaba en su automóvil con dos bolsos en los que llevaban 3.200.000 pesos, en uno, y 3.900.000 pesos en cheques al portador del frigorífico Aves Soychu S.A. La investigación está a cargo del fiscal de flagrancia Matías Edery.

Además de los valores, los delincuentes despojaron al efectivo policial de su arma reglamentaria, una pistola Bersa Thunder. Según la víctima del robo, los asaltantes eran cuatro y estaban fuertemente armados. Uno de los coches en los que se desplazaban ‑el Volkswagen‑ fue abandonado en inmediaciones del lugar.

La Policía de Investigaciones trabajó en el lugar recabando grabaciones de cámaras de seguridad de la zona, y apuntó sus sospechas sobre un par de empleados de la firma, que debían acompañar al efectivo y que acordaron con el uniformado encontrarse finalmente en la sucursal bancaria, donde debían realizar el depósito.

El Frigorífico de Aves Soychú S.A. tiene su casa central en Gualeguay, Entre Ríos, y es propiedad de la familia Santángelo. La sucursal local de la firma está ubicada en Rondeau al 3800 y tien un segundo local en

Suipacha 1172. Justamente este direccion fue escenario de un violento robo: el sábado 1 de octubre de 2016, cinco hombres asaltaron a mano armada este local. Sin embargo los hampones pudieron ser rastreados y detenidos gracias al GPS de un celular que habían robado en el atraco. Todos tenían antecedentes con condenas y algunos había violado prisiones domiciliarias.

El botín de entonces sumó 400 mil pesos, pero también sumaron varios teléfonos celulares de empleados y clientes del establecimiento. Una vez concretado el atraco la banda se fugó en un Ford Fiesta Max bordó. Luego de un llamado al 911, operarios de la central comenzaron a rastrear el GPS de uno de los teléfonos sustraídos y le indicaron el trayecto a personal del Comando Radioeléctrico que comenzó la búsqueda de los maleantes, quienes finalmente fueron ubicados en una playa de estacionamiento de barrio Belgrano, en Bolivia al 1200.