El ex fiscal y ex jefe de Gobierno porteño, Aníbal Ibarra, asumió ayer la defensa de Cristina Fernández de Kirchner en la causa más claramente política contra ella: la del Memorándum de Entendimiento con Irán. “Junto con Roberto Boico vamos a hacer una defensa centrada en lo judicial, pero de ninguna manera se puede olvidar el contenido de persecución a los opositores que tiene este expediente”, le dijo Ibarra a PáginaI12. La defensa tendrá que afrontar dos instancias paralelas del caso del Memorándum. Por un lado, el juez Claudio Bonadío dió por finalizada la instrucción y seguramente elevará la causa a juicio la semana que viene. En principio eso significará que se va a sortear un tribunal oral, algo que hoy en día no hace más que despertar desconfianzas en Comodoro Py. Ibarra pedirá ejercer control sobre ese sorteo. Una vez designado el tribunal oral, ese cuerpo tendrá que decidir, como prioridad, sobre la libertad de Carlos Zannini y los demás detenidos en ese expediente. Se trata de los únicos detenidos por encubrimiento del país. El otro nivel es de la Cámara de Casación, donde se debe definir sobre el procesamiento y la prisión preventiva de CFK. La Sala IV, integrada por tres escuderos de la Casa Rosada, Gustavo Hornos, Mariano Borinsky y Juan Carlos Gemignani, deberá resolver sobre la situación procesal de la ex presidenta.

Abogados

Los abogados de CFK en esta causa eran Alejandro Rúa y Graciana Peñafort, quienes también defienden al ex canciller Héctor Timerman. Ahora, Ibarra-Boico asumen la defensa de la ex presidenta y Rúa-Peñafort siguen con el ex canciller. 

“En Comodoro Py hay ahora un juicio por encubrimiento del atentado contra la AMIA –remarcó Ibarra–. Están sentados en el banquillo el ex presidente Carlos Menem, el ex juez, los ex fiscales, las cabezas de la SIDE, el ex presidente de la DAIA y varios más. No es sólo encubrimiento. Le pagaron 400.000 dólares a un imputado, es decir que hablamos de malversación de caudales públicos, falsificación de documentos, coerción y una larga serie de delitos. Al ex juez Galeano le han pedido 13 años de prisión; a los fiscales ocho años y penas de esa naturaleza para la mayoría de los acusados. Y todos están en libertad. Está muy bien. Lo grave es que en la causa del Memorándum, en que la única imputación es por encubrimiento, que prevé penas muchísimo menores a los del juicio de Comodoro Py, haya personas presas. Son los únicos imputados presos por encubrimiento de la Argentina. Eso prueba la persecución”. 

Elevación

En la causa Memorándum están presos Zannini, Luis D’Elía, Fernando Esteche y Jorge Khalil y la ex presidenta estaría en un penal si no fuera porque es senadora. De hecho sigue vigente un pedido de desafuero. También Timerman estaría en la cárcel si no fuera por su delicado estado de salud. 

El próximo paso del expediente es que se concrete la elevación a juicio. Bonadío ya decidió el fin de la instrucción y le dio vista a las partes. Lo hizo sin convocar como testigo al ex secretario general de Interpol, Ronald Noble, quien sostuvo que se trata de una denuncia falsa. Es seguro que Bonadio va a desestimar todos los pedidos y objeciones y elevará la causa a juicio en los próximos días. Eso llevará al sorteo de un tribunal oral y a que los jueces sorteados tomen el comando del expediente. La desconfianza reina en Comodoro Py –sobre todo después de las groseras maniobras en el sorteo en la causa por la muerte de Nisman– y por lo tanto Ibarra pedirá supervisar ese sorteo. La primera cuestión a resolver por el tribunal oral será la situación de los detenidos. El rumor es que la Corte Suprema, que debe tratar el caso de Zannini, no quiere ponerle la firma a la libertad y le haría la sugerencia a los integrantes del tribunal. 

En paralelo, Ibarra y Boico esperan la convocatoria de la Sala IV de la Cámara de Casación para una audiencia en la que se tratará el procesamiento y la prisión preventiva de la ex presidenta. Esa misma Sala, alineada con la Casa Rosada y con la derecha de Estados Unidos e Israel, confirmó la prisión de Zannini, pero de todas maneras la defensa de la senadora tiene que dar la batalla contra la detención de Cristina y también debe cuestionar el procesamiento. Hornos, Borinsky y Gemignani se convirtieron en la guardia pretoriana de Comodoro Py contra la oposición. Permitieron que se armara una causa paralela por traición a la patria; luego desplazaron al juez original, Ariel Lijo, y como eran la Sala a cargo de esa causa paralela, se quedaron con el poder sobre el expediente. Con maniobras como esa garantizan la persecución a quienes están en la vereda de enfrente de la Casa Rosada. 

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