La caída del poder adquisitivo desde 2015 en jubilados, beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo (AUH) y pensiones no contributivas derivó en un fuerte incremento del endeudamiento de estas familias para sostener sus niveles de consumo mínimos. En el segundo semestre de 2017 los créditos otorgados por la Anses a través del Programa Argenta para sectores de bajos ingresos ascendieron a 56.000 millones de pesos, un 40 por ciento más que los 39.859 millones acumulados entre julio de 2012 y junio de 2017. A dos años consecutivos de pérdida de los ingresos frente a la inflación, la contracara es un mayor uso del crédito Argenta, cuyo alcance fue ampliado por el gobierno de Cambiemos para compensar los menores recursos. Pero el resultado es un aumento de los compromisos de estas familias por encima de sus posibilidad de repago. Por ejemplo, la deuda de los titulares de AUH asciende a casi tres veces lo que cobran en un mes, mientras que representa dos ingresos de beneficiarios de pensiones no contributivas y de adultos mayores. En promedio, 20 por ciento de este universo se encuentra endeudado más allá de sus posibilidades, a lo que se suma que las constantes revisiones y quita de pensiones hace peligrar el cumplimiento de las cuotas. 

El poder adquisitivo se retrajo en promedio para jubilados y pensionados 8,3 por ciento en 2016 y 2,1 por ciento en 2017 respecto del año previo. “Estos valores, en relación al monto anual de la jubilación media implican una pérdida en pesos a valores de diciembre de 2017 de 14.592 pesos”, de acuerdo con el informe realizado por el Centro de Economía Política Argentina (CEPA). En el caso de la AUH, la evolución es similar: la pérdida fue de 7,1 y 7 por ciento respectivamente para 2016 y 2017, que implica 2381 pesos menos que percibieron. Para beneficiarios de pensiones no contributivas la pérdida fue 9 y 8,9 por ciento respectivamente, y equivalente a 12.269 pesos. 

Para compensar la pérdida de poder adquisitivo se buscó masificar el endeudamiento de las familias. Los créditos ofrecidos por Argenta contempla cuotas que van de 12 a 60 meses para jubilados (con montos de 1000 a 60.000 pesos), de 12 a 24 meses en beneficiarios de AUH (1000 hasta 5000) y de 12, 24 y 36 cuotas para los titulares de pensiones no contributivas, madres titulares de AUH con 7 hijos y adultos mayores (con un tope de hasta 12.000). El resultado fue un crecimiento vertiginoso de la deuda contraída por estos sectores para mantener sus niveles de consumo. 

“Según información disponible de Anses, en el segundo semestre de 2017 los créditos ascendieron a 56.000 millones de pesos”, señala el documento del CEPA. La cifra de ese semestre representa un 40 por ciento más que los 39.859 millones que la Anses prestó por el Programa entre julio de 2012 y junio de 2017 (39.859 millones de pesos). “Los niveles de endeudamiento de los sectores de menos ingresos es muy preocupante porque sus ingresos se han visto reducidos en términos reales y porque no se percibe que vayan a tener una variación positiva en el futuro”, señaló a este diario el economista Hernán Letcher.

La situación es aún más preocupante si se toma en cuenta la situación por sector. “Se endeudó 60 por ciento de los titulares de AUH, 42 de los beneficiarios de pensiones no contributivas, el 41 por ciento de los beneficiarios de pensiones de adultos mayores, 8 por ciento de los jubilados y 9 por ciento de los que cobran salario familiar. En promedio, el 20 por ciento de los titulares se encuentra endeudado”, señala el informe que comandó Letcher. 

Cuando nació Argenta fue utilizado tímidamente por los beneficiarios del programa, jubilados y pensionados, principalmente para compras de electrodomésticos. Pero la caída del poder adquisitivo revitalizó el uso de esta herramienta para las compras diarias. El trabajo del CEPA realiza un comparativo entre la pérdida de ingresos y el aumento de la deuda y destaca una correlación que demuestra el uso de las cuotas como sustituto del pago en efectivo. Los beneficiarios de la AUH perdieron en conjunto durante 2016 y 2017 ingresos por 9 mil millones, y se endeudaron por casi 14 mil millones. “Se endeudaron por un 50 por ciento más de lo que perdieron de poder de compra”, señala el informe. Los titulares de pensiones no contributivas tomaron deuda por 16,5 mil millones de pesos y perdieron en dos años 18 mil millones. Los jubilados cedieron 98 mil millones de ingresos desde 2015 y tomaron deuda por algo más de 21 mil millones de pesos. En términos de ingresos por familia, la deuda de los titulares de la AUH asciende a 2,89 de ingreso mensual, mientras que representa 1,98 veces en beneficiarios de pensiones no contributivas y de adultos mayores. En el caso de los jubilados, asciende al 30 por ciento de lo que perciben mensualmente.