Lejos de rever su posición y mucho más lejos aún de pedir disculpas por haberle preguntado a una mujer víctima de un acoso a la que estaba entrevistando cómo iba vestida cuando fue acosada, Nicolás Repetto insistió con su idea: dijo de que “la ‘provocación’” de una mujer por su forma de vestir no “justifica un ataque ni mucho menos, pero volvería más entendible que alguien pueda ser acosada dos veces en diez minutos".

Repetto exhibió todo su machismo al entrevistar durante El noticiero de la gente, por Telefe, a una joven que había sufrido acoso callejero. Luego de que la mujer denunciara que "en este país te preguntan qué tenías puesto, poniendo la culpa sobre la víctima", el conductor agregó que "con respecto a la pregunta '¿qué te pusiste?' yo sé que las mujeres se enojan cuando se la hacen, pero también es bueno para otras mujeres ver… ¿Es posible estar a la 1 de la mañana en un subterráneo vestida sexy?”

La reacción en las redes sociales frente a semejante actitud fue inmediata. El tema se convirtió rápidamente en tendencia y muchos reclamaron que fuera separado de la pantalla del canal.

Repetto lamentó en diálogo con La Nación haberse encontrado “con un panorama de mucha agresión" y aseguró que tras la entrevista, en el estudio de Telefé, “todos se mostraron muy a favor mío porque entendieron hacia dónde iba dirigida mi pregunta”. Su pregunta a la mujer acosada, sin embargo, descolocó a su compañera en la conducción del noticiero, Milva Castellini, quien en ese mismo momento le salió al cruce y le remarcó que las mujeres tienen derecho a vestirse como quieran.

"Nunca estoy especulando con lo que digo”, se defendió Repetto. También afirmó que no tiene “un filtro hipócrita” y que al momento de convocarlo para la conducción del noticiero las autoridades del canal conocían su perfil."Ellos sabían que no estaban contratando un locutor”, agregó.

En la misma línea de lo que dijo en cámara, Repetto analizó que su intervención sirvió para dejar en claro que la forma en la que una mujer se viste no tiene que ver con la "provocación" al abuso. "Débora, la víctima de ese doble acoso, estaba vestida con un pantalón negro y un saco negro, pero le tocó cruzarse con estos dos degenerados. La 'provocación' tampoco justifica un ataque ni mucho menos, pero volvería más entendible que alguien pueda ser acosada dos veces en diez minutos", insistió.