De la aleación de carbono, hidrógeno, oxígeno y nitrógeno se ha servido nuestro cerebro para crear la idea de eternidad, y de estos cuatro elementos también se compone el miedo, la culpa, el
En la historia universal de la infamia todos los poderes sagrados han hecho que los avances humanos tuvieran siempre un carácter furtivo.
Todo lo que te dice el mercado es para acostarse contigo. Ningún ámbito materializa la soberanía de la seducción con tanta fuerza como la economía consumista.
La filosofía no sirve para salir de dudas, sino para entrar en ellas. Potenciar una ética cívica de mínimos es una obligación irrenunciable de la filosofía.
El pasado 8 de abril los trabajadores de la planta estadounidense de Amazon en Bessemer, Alabama, decidieron en las urnas no afiliarse a ningún sindicato.
Las buenas razones no son las que provocan el asentimiento sino la contradicción: no las que confirman nuestras certezas, sino las que las cuestionan; no las que nos confortan sino las que nos prov
Hannah Arendt no inventó la banalidad del mal, inventó simplemente un concepto que ilumina ciertos aspectos de nuestra relaciones con el mal.
Hace unos meses se cumplían 50 años del ensayo que mudó la piel del capitalismo contemporáneo: The Social Responsability of Businnes is Increase its Profists, de Milton Friedman.
Jhon Davison Rockefeller decía que “para hacerse rico había que levantarse temprano, trabajar hasta muy tarde, y encontrar petróleo. Sin petróleo, no te levantes de la cama”.
Cuando Lula ganó sus primeras elecciones presidenciales en Brasil, durante la campaña de aquel sindicalista que tanto temían los mercados, el banco de inversión Goldman Sachs interfirió en la mism