Los intereses del candidato Mauricio Macri no coinciden con los intereses nacionales. Cómo el oficialismo se corre del ámbito de las Naciones Unidas para hacer propias las prioridades de Estados Unidos.
La búsqueda de un tema de entretenimiento en medio de la crisis actualizó las críticas a la desinversión educativa y al intento de deshacer la escolaridad obligatoria.
El mismísimo Presidente y candidato oficialista Mauricio Macri eligió atacar a la oposición política y social con nombres y apellidos.
El oficialismo insiste en ponerles un cepo a los candidatos del Frente de Todos.
El Gobierno quiere enredar al Frente de Todos en la maraña de un conflicto entre campo y ciudad que Fernández no plantea. El nuevo spot opositor retruca: “Juntos vamos a ordenar el caos que nos están dejando”.
En medio del enojo norteamericano por el intento de arreglo con la Unión Europea, de la crisis y de los indigentes muertos por el frío el Gobierno saca otro conejo de la galera.
La postulante de Juntos Somos el Cambio a la reelección quiere reinar sobre las imágenes pero no gobernar sobre los problemas.
El supuesto acuerdo con la Unión Europea que pone eufóricos a Mauricio Macri y Jair Bolsonaro todavía es aire. Pero si llegara a concretarse Sudamérica volvería al siglo XIX.
El armado de cada frente electoral deja nítidos los ejes de campaña de cada fuerza, el uso oficial de recursos fiscales y la maniobra de Vidal para aislarse de la crisis.
El Presidente ya se acostumbró a usar las fechas patrias para adoctrinar partidariamente a los chicos. Lejos de hablarles de Manuel Belgrano prefirió atacar a los dirigentes gremiales.