CULTURA › LOS LIBROS PARA CHICOS, UN MUNDO APARTE DENTRO DE LA FERIA

Para todas las edades y bolsillos

Un paciente recorrido por los stands permite encontrar opciones de alta calidad, que en algún caso cuestan apenas un peso. Aquí, las claves para irse de la feria con un buen libro bajo el brazo... y un chico contento.

 Por Silvina Friera

Los padres no pueden con los chicos. Ellos manejan el recorrido por la Feria del Libro, deciden qué leer y por qué. En las editoriales que ofrecen novelas breves, cuentos, poesías y diversos textos, una escena se repite, aunque los protagonistas cambien y el tono vaya de la exhortación al ruego: “Mamá, comprame este libro”. Vicky tiene 9 años y unos ojos azules que funcionan como radar al que no se le escapa una novedad atractiva, una portada de dibujos impactantes, un relato con ilustraciones coloridas. “Me gustan los libros para jugar, pintar y aprender”, le dice a Página/12, mientras revuelve una mesa del stand de Sudamericana. Adriana Pino, su mamá, sostiene que es importante incentivar la lectura, pero se queja porque algunos precios resultan imposibles de compatibilizar con su poder adquisitivo. “Tal vez no estén más caros que el año pasado”, piensa. “El problema es que nuestros ingresos disminuyeron y todo parece por las nubes.” Las ofertas le permiten aprovechar lo único que Pino no posterga –invertir en un buen libro– cuando se trata de la educación de sus hijas. “Busco que con la lectura se diviertan, pero al mismo tiempo me interesa que incorporen conocimientos y experiencias”, aclara.
“El movimiento, en general, es muy bueno porque hay muchísimo público”, señala Cristina Gabas, de Sudamericana infantil, que tiene un stand exclusivo para chicos. “En Semana Santa se acumularon tantos chicos y padres que era difícil circular. Incluso una señora, con muy buen humor, me pidió que le indicara por dónde podía escaparse.” Gabas admite que durante la primera semana las ventas mejoraron en comparación con el año pasado, pero que todavía es arriesgado lanzar un pronóstico. La colección Libros del Bolsillo, entre las ofertas más vendidas, dispone de títulos como Caracoles blancos, caracoles negros, de Federico García Lorca; Sobre ruedas, de Esteban Valentino; Piedra libre para Buenos Aires, de Graciela Esperanza, y Recuerdos de mi nacimiento, de Javier Villafañe (1 peso el ejemplar). Uno de los libros más buscados es Miedo, de Graciela Cabal, de la colección Caminadores (12 pesos promedio) y Sopa de estrellas, de Mercedes Pérez Sabbi, que narra la historia de un chico cartonero que sueña. También hay una colección de leyendas para chicos a partir de 4 años (Cuenta América): La leyenda del hornero, de Canela; La leyenda de la ballena, de Ema Wolf, y La leyenda de la yerba mate, de Ana María Shua ($12,90). Entre las novedades, se destaca una colección que apuesta a temáticas más comprometidas, y para chicos a partir de los 12, como El año de la vaca, de Márgara Averbach, que narra las peripecias de una niña que tiene poderes especiales y que descubre que es hija de desaparecidos.
Aunque Colihue no tiene un stand diferenciado para chicos, la encargada Adela Castronovo explica que la editorial siempre le dio gran impulso a la literatura infantil, con una presencia muy fuerte, especialmente en el rubro ofertas. Por ejemplo, se pueden llevar cinco libros de la colección Morochitos por 10 pesos, entre ellos Coplas de la humedad, de Laura Devetach, y Ay, señora, mi vecina, de Nicolás Guillén (para los docentes, el descuento permite que la oferta sea aún más interesante: 5 libros por 8 pesos). Tuti-Fruti, de Oche Califa; El traje del emperador, de Andersen El negro Tubúa y la Tomasa, de Pedro Orgambide y El día más espantoso, de Graciela Lago, de la colección Pajaritos Remendados. Otra posible combinación, entre las ofertas, la brinda la colección Libros del Malabarista (3 por 15 pesos): Qué fácil es volar, de Antonio Machado; El caballo celoso, de Javier Villafañe, y Las ideas de Lía, de Andrea Ferrari. Castronovo pone el énfasis en otro recurso, muy frecuentado para atraer a los lectores: una oferta especial cada día.
Para Ana Laura Pérez, de Planeta Infantil, los precios están igual que el año pasado, “y algunos se redujeron cerca de un 30 por ciento”. La guía visual de Barbie encabeza las ventas del stand: ahora se puede adquirir por 14,50 (en 2002 costaba 29 pesos). Tweety, el ratón Jerry o el gatoSilvestre, de la colección de Looney Tunes (2,20 cada uno) estimulan la lectura y, de yapa, los niños pueden pintar a sus personajes favoritos. “Los chicos deciden aunque los padres sean los que pagan”, subraya María Denova, encargada del stand Sm que tiene una colección, El Barco de Vapor, de cuidada calidad en ilustraciones y textos. Dos libros encabezan las novedades más importantes del sello, que se presenta en la feria por segundo año consecutivo: El complot de Las Flores, de Andrea Ferrari, premiado en España en el concurso internacional de la editorial Barco de Vapor, y Rafaela, de Mariana Furiasse. Por ahora, la encargada asegura que Una luna junto a la laguna, de Adela Bash, y El viaje más largo del mundo, de Gustavo Roldán (ambos integran la Colección Blanca para los primeros lectores), encabezan el ranking de ventas.
Diego Landen, de Norma, observa cómo el comportamiento de los chicos se adapta a las circunstancias y cambia de acuerdo con la manera en que llegan de visita, pero con idéntico objetivo: llevarse un libro. “El fin de semana, cuando vienen con los padres, gana el chico porque se sale con la suya y le compran lo que elige”, opina Landen. “Pero si aparecen como alumnos, compran lo que les exigen en el colegio.” La colección Buenas Noches (tres tomos con 7 cuentos por ejemplar, para leer cada día de la semana antes de dormir) es una joya de edición por los autores contemporáneos que la integran (Ivor Da Coll, Erwin Moser y Joanne Oppenheim), y por el valor: 35 pesos cada tomo. Mitos griegos (de la colección Torre Amarilla, de 11 años en adelante), de Mary Pope Osborne, es uno de los más vendidos. Los ojos del perro siberiano, de Antonio Santa Ana, que narra la historia de un chico que tiene un hermano que muere de sida; El abogado del marciano, de Marcelo Birmajer; Los vecinos mueren en las novelas, de Sergio Aguirre, y Brookin y medio, de Juan Sasturain, están recomendadas para chicos entre 12 y 15 años.
Macarena, acurrucada en la alfombra del patio infantil, escucha el cuento que le leen. Con el mentón apoyado en las rodillas y los ojos bien abiertos, se sumerge en un mundo de ensueño, en un viaje de final imprevisible. En el bunker de lectura los chicos mandan: sólo dos madres y un papá acompañan a sus hijos. Ese espacio, además de la biblioteca, tiene otra salita en donde se realizan narraciones de cuentos, talleres de títeres y escritura y hasta espectáculos infantiles. Alcanza con mirarlos a los ojos para darse cuenta cuánto lo disfrutan.

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La Feria ofrece un “Patio infantil” que oficia de espacio de lectura, talleres y hasta espectáculos.
La variedad de colecciones, títulos y posibilidades económicas abre un panorama bien completo.
 
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