DEPORTES › BASQUET > ARGENTINA SE DESPIDIó DEL TORNEO OLíMPICO AL PERDER 105-78 ANTE ESTADOS UNIDOS

Adiós ante un equipo made in NBA

Apenas en el primer cuarto, la selección de Hernández pudo mantenerse en partido, porque bastó que el técnico Krzyzewski les reclamara más acción para que los estadounidenses tomaran el control y sólo hubo que esperar a cuánto se estiraría la diferencia final.

Las ilusiones de medalla que había despertado la selección argentina de básquet sobre la base de las buenas actuaciones en la fase de grupos del torneo olímpico masculino quedaron hechas trizas con la noticia de que en cuartos de final el rival a vencer era Estados Unidos, una verdadera constelación de estrellas de la NBA, con la ausencia de las que más brillaron en la última temporada, léase LeBron James y Stephen Curry. Y aunque muchos creían en el milagro, éste no sucedió, y los últimos exponentes de la Generación Dorada, bien acompañados por el grupo elegido por Sergio Hernández para tomar la posta, se despidió de los Juegos de Río con una contundente derrota por 105-78 ante Estados Unidos. El encuentro representó la despedida de Emanuel Ginóbili, el jugador símbolo de aquella selección que ganó la medalla de oro en Atenas 2004, y también de Andrés Nocioni.

Argentina arrancó con una defensa celosa y dos cortes al canasto le permitieron adelantarse 4-2. Intensidad en la presión y robos en la primera línea fueron los atributos del equipo de Hernández en ese tramo inicial. Así, Argentina armó un marcador 14-7, con 5 minutos y 24 segundos en el reloj. El cordobés Campazzo continuaba en estado de gracia y generó un robo para el sacudón de Nocioni, quien estableció la máxima con un triple: 19-9.

El campeón olímpico y del mundo reaccionó. El ingreso de Paul George trajo soluciones. Una capacidad atlética y una mayor talla le permitieron gobernar la pintura y con dos dobles en hilera de DeMarcus Cousins pudo pasar al frente por 23-21. El marcador se cerró con cuatro puntos de ventaja para los orientados por Mike Krzyzewski.

En el comienzo del segundo cuarto, Argentina perdió rigurosidad en la defensa y Estados Unidos se escapó. Con una ráfaga 11-0 en apenas 2 minutos, los representantes de la NBA estiraron la placa a 36-21.

Una jugada de tres de Campazzo más un triple de Delfino recortaron la diferencia a nueve (36-27). Pero enseguida, Estados Unidos volvió a ajustar la marca y estiró la diferencia a 20 (47-27). El primer tiempo se cerró 56-40.

Dos triples consecutivos de Durant rompieron el partido. El marcador se hacía cuesta arriba (55-74, al promediar el parcial) y Hernández prefería seguir jugando sin pivote natural, sacrificando a Scola en esa posición. Menos mal que Ginóbili siguió exhibiendo la mano de siempre para que la Argentina se mantuviera abajo por veinte (58-78), a falta de 2 minutos. El capítulo se cerró 87-61 para EE.UU.

El último cuarto sirvió para que los chicos ganaran rodaje. Estados Unidos también metió reservas y la diferencia se estabilizó entre los 20 y 25 tantos. Ginóbili regresó para el delirio de un público enamorado de su jerarquía. El último tramo del partido sólo pasó por lo emocional y la salida del histórico número 5 del seleccionado, cuando faltaba poco menos de dos minutos para terminar, deparó miles de emociones.

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Andrés Nocioni y Carmelo Anthony luchan bien alto. Con el transcurso de los minutos, Estados Unidos marcó claras diferencias.
Imagen: AFP
 
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