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El campeonato más escandaloso del fútbol mundial se juega en Italia

Clubes quebrados, dirigentes presos, investigaciones judiciales y equipos en crisis configuran el oscuro panorama de una de las Ligas más importantes, que el domingo puede tener un nuevo campeón.

Clubes quebrados, directivos presos, equipos eliminados en las instancias decisivas de los torneos europeos conforman el actual panorama de crisis que atraviesa el fútbol italiano, que el domingo puede tener un nuevo campeón. La Justicia inició desde hace dos meses una investigación sobre presuntos manejos irregulares en 53 equipos de las Series A, B y C (Primera, Segunda y Tercera), que causó una honda preocupación en los dirigentes, empresarios y políticos que manejan los destinos del Calcio. Prestigiosas entidades como la Roma y la Juventus reconocieron grandes pasivos y anunciaron fuertes reducciones presupuestarias de cara a la próxima temporada. El Milan, a un paso de obtener el Scudetto, pero marginado ya de la Liga de Campeones, desestima grandes incorporaciones para la segunda mitad del año y su mandamás, el primer ministro, Silvio Berlusconi, denuncia que en Italia “se pretende instalar un estado policial” en torno del fútbol.
La investigación judicial, iniciada hace dos meses por la Fiscalía General de Roma, pretende revisar los manejos administrativos y contractuales realizados por la empresa GEA World, que gestiona la compra y venta de varios jugadores profesionales que actúan en la Liga italiana, vinculada con Calisto Tanzi, ex titular del Parma, y Sergio Cragnotti, antiguo presidente de la Lazio. Ambos están actualmente detenidos, acusados de la quiebra fraudulenta de las empresas que dirigían, Parmalat y Cirio. Esta sociedad que representaba futbolistas era dirigida por los hijos de estos magnates, Andrea Cragnotti –encarcelado junto a su padre como supuesto cómplice– y Francesca Tanzi. GEA es ahora capitaneada por otro hijo de un empresario relacionado con el fútbol; Alessandro Moggi, cuyo padre Luciano es el actual presidente de la Juventus.
La causa, que algunos medios italianos han bautizado como “Gambe pulite”, trazando un paralelismo con la corrupción descubierta en el terreno político con la operación “Mani pulite”, provocó algunas reacciones entre varios dirigentes. Berlusconi criticó estas investigaciones al calificarla como “una operación extraña que busca crear un estado policial en el deporte”. El presidente de la Federación Italiana de Fútbol, Franco Carraro, consideró que la crisis del fútbol no tiene nada que ver con las quiebras de Cirio y Parmalat. “Aquí hay un problema económico que no se resuelve con jueces sino con administraciones más prolijas”, remarcó Ferraro.
Lo cierto es que el fútbol italiano está en un severa crisis. El año pasado arrojó un pasivo general de 2 mil millones de euros. Estos números en rojo motivaron que el Congreso General de la Federación Italiana aprobara, el mes pasado, sanciones más duras para aquellos clubes que no cumplan con los requisitos financieros exigidos para militar en Primera. Quienes no lo hagan serán descendidos de categoría y podrán participar con otra denominación.
La crisis afecta incluso a los más grandes. La Juventus aprobó, en su balance del primer semestre de la temporada 2003-04, un pasivo de 22,5 millones de euros y anunció una fuerte restricción presupuestaria para el próximo ejercicio.
La Roma, cuyo equipo está a seis puntos del Milan cuando restan tres partidos, se encuentra al borde de la quiebra y necesita una fuerte entrada de dinero para compensar su déficit. Con ese propósito, los dirigentes romanos buscan vender a una de sus figuras. El defensor argentino Walter Samuel figuraba primero en la lista. Para que el club no pierda su licencia en la UEFA, la cadena de TV Sky le adelantó 12 millones de euros en concepto de derechos.
Debe además 113 millones al fisco, y su presidente, Franco Sensi, concluyó un acuerdo para reestructurar su propia empresa, la petrolera Italpetroil. Según el propio Sensi, “el club no tiene nada que ver con esta operación”, pero nadie se atreve a desmentirlo.
Los salarios de los jugadores constituyen un capítulo aparte en esta crisis. El arzobispo de Génova criticó a los futbolistas italianos por los altos sueldos que cobran. “La madre Teresa de Calcuta movilizaba mucho más gente y vivía en la miseria. Hace más de veinte años que ‘la Azzurra’ (la selección nacional) no le da una alegría al pueblo y sus integrantes viven como reyes”, arremetió el prelado. En sintonía con estos dichos, el Milan anunció que les planteará a sus jugadores la necesidad de una rebaja salarial para la próxima temporada.

Producción: Leonardo Castillo.

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Kaká, la figura del Milan que el domingo puede consagrarse campeón si empata con la Roma.
 
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