DEPORTES › DOS PERIODISTAS SUECOS DENUNCIARON COMO LA ATP TAPA CASOS DE DOPING

Los métodos para cubrir los positivos

Por Pablo Vignone

La ATP cubrió siete casos de doping en el 2003, según denuncia un libro escrito por dos periodistas suecos con la colaboración del tenista Magnus Norman, y ninguno de esos casos era el de un jugador argentino. El libro, Tennis Off the Record, cuestiona también los fantasmas de un complot antiargentino al denunciar que tenistas como Guillermo Coria o Guillermo Cañas fueron privilegiados por el sistema, según informa el sitio www.playthega me.org
En el otoño del 2003, la ATP recibió siete reportes de controles antidoping positivos por parte de un laboratorio sueco especializado. Los controles habían sido realizados entre agosto del 2002 y mayo del 2003 y a la ATP sólo le tomó cinco semanas de investigación para desechar la evidencia cuando, normalmente, le lleva un año al tribunal antidoping de la ATP adoptar una decisión. En esos casos, el organismo que rige el tenis masculino profesional determinó que había sido su propio staff el causante de los positivos, al suministrarles a los tenistas suplementos vitamínicos contaminados durante la producción con una sustancia ilegal que provocaba que en el control saltara un doping por consumo de nandrolona. Uno de esos casos habría sido el de Andre Agassi. Según la ATP, el hecho de que otros 36 tests antidoping mostraran niveles de nandrolona muy escasamente por debajo del nivel permitido, demostraba la falla de procedimiento. “Sería muy improbable –argumentaban– que tantos tenistas hubiera asumido deliberadamente el riesgo de ser detectados.” Sobre esa base, la entidad desechó los cargos.
Los periodistas suecos Jonas Arnesen y Patrik Cederlund aseguran en su libro que debió haberlos suspendido porque “todas las tabletas y bebidas del tipo que la ATP clamó habían sido contaminadas con sustancias ilegales durante su producción fueron más tarde analizadas, y ninguna de ellas mostró signos de contaminación”. Según Arnesen y Cederlund, no había atenuantes para los casos positivos, que entonces merecían las respectivas suspensiones. “Sin embargo, para entonces la ATP ya había cerrado el caso.”
Guillermo Coria fue suspendido en el 2002 por siete meses cuando su antidoping dio positivo por consumo de esteroides anabólicos. Coria siempre reclamó que la causa del positivo había sido un complejo vitamínico contaminado, el mismo recursos que usó la ATP para estos siete casos. Según los periodistas suecos, al santafesino no se le aplicó todo el rigor del código antidoping de la ATP: pudo jugar un partido exhibición en Buenos Aires en noviembre de ese año, cuando el código impide que un jugador suspendido pueda participar de ninguna manera en un evento organizado o autorizado por la ATP. Según Arnesen y Cederlund, tampoco se explica que a Cañas se le haya permitido jugar nueve torneos más después de que su muestra tomada en Acapulco, en febrero pasado, haya dado positivo.

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