DEPORTES › MARTIN PALERMO Y JUAN ROMAN RIQUELME, FIGURAS Y GOLEADORES

Los generales de Russo dieron la cara

 Por Facundo Martínez

Los referentes, los históricos, los jugadores en los que el entrenador Miguel Angel Ru-sso depositó su confianza desde el primer día fueron anoche las principales armas de Boca para lograr la hazaña que le permitió remontar la serie negativa frente a Cúcuta y alcanzar la final de la Copa Libertadores. Ese era el principal objetivo que el club de la Ribera se había propuesto para este semestre que termina y lo alcanzó con una gran labor de Juan Román Riquelme, el responsable de abrir el marcador, y con toda la potencia y la garra del goleador Martín Palermo, figura y encargado de marcarle al resto la intensidad con la que se debía jugar el encuentro.

Lo de Riquelme se notó enseguida. Apenas arrancó el partido tomó las riendas del juego y no las soltó hasta el final de la primera etapa. En el arranque tuvo una gran chance para anotar el primero de Boca, pero el arquero Robinson Zapata le tapó con el pie el remate; después habilitó espectacularmente a Palacio, quien quedó mano a mano con el arquero colombiano, pero terminó definiendo al bulto y, cuando el partido se iba al descanso, tuvo una oportunidad clave, de tiro libre, y no la desperdició. Acomodó la pelota a unos cinco metros de la medialuna y sacó un derechazo imparable para Zapata: la pelota pasó por afuera de la barrera y se metió en el ángulo. Su gol cambió la suerte de Boca.

Palermo, en cambio, no pareció estar afilado en la primera mitad, pero en la segunda mostró lo mejor de su repertorio. Luchó cada una de las pelotas de su equipo, estorbó constantemente la salida del rival y, luego de raspar varias veces el piso, apareció entre la niebla para marcar de cabeza el segundo, ganándole la posición a Hurtado tras un centro de Cardozo. Para más, unos minutos después, forzó con una chilena soñada, la mejor atajada de Zapata, quien despejó con un manotazo y la ayuda del travesaño lo que hubiera sido el tercero de Boca, antes del ingreso de Battaglia.

“Cúcuta fue un rival muy difícil, pero nosotros estábamos convencidos, desde que volvimos de Colombia, de que lo podíamos dar vuelta. Incluso lo habíamos hablado con los muchachos en el vuelo de regreso y con esa convicción entramos a la cancha”, manifestó el goleador, quien por su actitud en el juego recibió el reconocimiento de los hinchas boquenses, que lo despidieron con un caluroso aplauso. Hasta Diego Maradona, espectador de lujo de la hazaña, dijo sentirse emocionado por lo que el goleador mostró en la cancha. “Me emocionó verlo a Martín Palermo corriendo y trabando por todos lados como si fuera un recién iniciado”, manifestó el Diez. No fue para menos.

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Palermo y Riquelme. Un abrazo de hermandad.
Imagen: Alfredo Srur
 
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