DEPORTES › RIVER Y BOCA SE VUELVEN A VER LAS CARAS, ESTA VEZ POR LA COPA REVANCHA EN MENDOZA

Superclásicos 2008, episodio II

Dos cambios fundamentales presentó River durante toda la previa a este segundo superclásico. El primero se dejó ver ya desde el arranque de la semana, cuando luego de recibir todo tipo de ataques a las flaquezas que había mostrado el equipo titular en Mar del Plata, Diego Simeone anunció que iba a ponerle fin a su experimento y que para la revancha presentaría una formación menos ambiciosa, con cuatro defensores en lugar de tres. El otro fue el tono de las declaraciones de sus jugadores, que bajó decibeles hasta prácticamente el silencio.

El innovador 3-3-3-1 que deslumbra a Simeone deberá esperar para otro momento. Es que por más ambicioso que se presente el plan, en la cancha quedaron demasiado expuestas las falencias de los jugadores para interpretarlo. Y eso en un superclásico se paga caro. Las críticas fueron tan duras con el planteo táctico que hasta los jugadores de Boca se mofaron a gusto. Palermo dijo haberse sentido libre entre los centrales millonarios y Riquelme hizo alarde de la no modificación de la clásica estructura boquense.

Frente a tales dificultades y ante la obligación de ganar, o al menos no perder, Simeone decidió hacer un paréntesis con sus novedades y parar frente a Boca una línea defensiva más sólida con Ferrari, quien había quedado afuera en Mar del Plata, Cabral, Tuzzio y Villagra, que tampoco había jugado.

La convocatoria por parte de Sergio Batista de Augusto Fernández, que se sumó ayer al seleccionado Sub-23, complicó a Simeone en el armado de la línea media. Si bien el entrenador no lo confirmó, y prefirió además esconder la última práctica del equipo antes de emprender viaje rumbo a Mendoza, todo indica que jugarán Ahumada y Ponzio más retrasados y con obligaciones de marca, y Ortega y Alexis Sánchez, más sueltos y arriba, serán los encargados de desnivelar y conectar el juego con Falcao y Abreu, una dupla que generó varias situaciones interesantes, aunque sin poder concretar, en la victoria del martes pasado por 1-0 frente a San Lorenzo.

Lejos estuvieron los jugadores de River del tono de las declaraciones previas a la derrota del último sábado. Los jugadores de River, con Abreu como abanderado, optaron por recalcar el empujón anímico que significó la obtención del Pentagonal de Grandes y evitaron pronunciar las típicas frases para calentar el partido revancha, o al menos generar polémica.


Con la tranquilidad de haber ganado el primer superclásico del verano, el DT de Boca, Carlos Ischia, habló ayer sobre sus expectativas para el encuentro revancha que se jugará hoy en Mendoza y remarcó que la estrategia para intentar vencer a River será “mantener el equilibrio y tomar la iniciativa”. A pesar de su entusiasmo, el DT advirtió que no se podía pensar en un partido calcado al que se jugó en Mar del Plata.

“Nosotros vamos a tratar de hacer las cosas bien, de ser ordenados, no desesperarnos, mantener la pelota en nuestro poder y tomar la iniciativa del partido”, consideró el entrenador en diálogo con la prensa, en el que se cuidó de no menospreciar en nada la altura del rival. “Tenemos que buscar la forma de controlar a River, que es un equipo peligroso de mitad de la cancha para adelante. Es un buen equipo y por algo ganó el Torneo de Verano”, fue el mesurado mensaje que bajó el entrenador.

Con respecto a la importancia de este partido por la Copa Revancha, Ischia coincidió con la estrella del equipo Juan Román Riquelme –que no jugará esta vez porque viajó a Los Angeles para disputar con el Sub-23 de Sergio Batista un partido amistoso frente a su par de Guatemala– en que el único superclásico que importa es el que se juega por los puntos, ya sea por el torneo local como por la Copa Libertadores. “Lo dije antes del partido de Mar del Plata: los equipos no están todavía bien preparados, y en el caso nuestro no estamos en el ciento por ciento porque nos falta una semana para el inicio del campeonato”, comentó.

Pese a que no contará con varias de sus figuras, ya que tampoco estarán disponibles Morel Rodríguez, con su selección; Cardozo, lesionado, y Maidana, también con el Sub-23, Ischia destacó que su equipo saldrá a ganar el superclásico. “Boca no tiene amistosos. El hincha quiere ganar siempre, porque es el clásico rival y uno sabe lo que sucede”, arengó. Y para subir aún más la apuesta, alertó que el partido servirá para medir al equipo de cara al arranque del torneo local. “Es una buena exigencia a una semana del inicio del Clausura, y nosotros vamos a tratar de hacer una buena presentación”, dijo el DT, siguiendo la escuela de Carlos Bianchi en la que la motivación de los suplentes era moneda corriente, una obligación para el cuerpo técnico.

En cuanto al tema del cambio de esquema de River, Ischia evitó entrar en polémicas. “Lo de los esquemas es medio relativo. En River hay jugadores que tienen personalidad y juegan el fútbol que sienten”, disparó.

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