ECONOMíA › ECONOMIA YA TIENE LISTA LA FASE II DE APERTURA DEL CORRALON HASTA $20 MIL

Jugar en el bosque mientras el dólar no está

Si la respuesta de los ahorristas que recuperarán 7000 o 10.000 pesos de sus depósitos no se vuelcan masivamente a comprar dólares, dejando el dinero en nuevos plazos fijos o gastándolo, Economía tiene decidido elevar hasta 20.000 pesos la liberación de plazos fijos. No habrá redescuentos para atender esos retiros, salvo para el Nación y Provincia.

 Por Claudio Zlotnik

Roberto Lavagna ya decidió una segunda etapa para levantar el corralón: permitir el retiro de los plazos fijos de hasta 20.000 pesos. Después de sorprender con la puesta en marcha de una primera escala en la liberación de depósitos reprogramados, de hasta 7000 pesos con la posibilidad de que los bancos se extiendan hasta 10.000, el ministro quiere avanzar en ese plan, según confió a Página/12 un miembro del equipo económico. Y tomó la decisión luego de que un informe elaborado por sus colaboradores demostrara que para llevar a cabo el segundo tramo se necesitarían 2000 millones de pesos adicionales –unos 550 millones de dólares–, un monto que en Economía consideran “accesible” si se tienen en cuenta tanto la mayor liquidez con que cuenta el sistema financiero, como al hecho de que por este camino se daría solución al 81 por ciento de los ahorristas que quedaron atrapados en los bancos. Una alta fuente del Palacio de Hacienda añadió, en diálogo con este diario, que los bancos privados tendrán que devolver los depósitos con fondos propios, sin asistencia financiera por parte del Banco Central. Al mismo tiempo, se descartó levantar las restricciones del corralito, constituido por las cuentas a la vista.
Sin un acuerdo global con el FMI, Lavagna planteó el levantamiento del corralón y el nuevo canje de depósitos por bonos como una vía hacia la normalización del sistema financiero. Sus colaboradores, incluso, se entusiasman con la posibilidad de una tenue reactivación de la economía en caso de que los ahorristas beneficiados con el descongelamiento utilicen el dinero para la compra de bienes. La iniciativa también tuvo un registro político: destrabar el conflicto con la Corte Suprema. Sin embargo, y aunque en público los funcionarios lo nieguen, existe temor de que la liberación de fondos provoque un alza del dólar. Por tal motivo, antes de anunciar la “fase II” del levantamiento del corralón, Lavagna quiere medir la implicancia de la “fase I” en el mercado cambiario. La “fase I” empieza el 1º de octubre. “Si, tal como prevemos, no hay presión sobre el tipo de cambio, rápidamente podríamos anunciar el segundo tramo, liberando los depósitos de hasta 20 mil pesos”, señaló un estrecho colaborador del ministro a este diario.
El informe preparado en Economía afirma lo siguiente: la liberación de los reprogramados de las personas físicas de hasta 7000 pesos equivale a 1095 millones de pesos (sin CER). Y a 1760 millones si se añade el tramo hasta 10.000 pesos ya habilitado como opcional para los bancos. De esta manera, ya se le está dando respuesta al 60 por ciento de los ahorristas en el primer caso y al 67,5 por ciento en el segundo. Si, tal como planea Lavagna, se devuelve hasta 20.000 pesos –también sólo a las personas físicas, excluyendo a las empresas–, el beneficio alcanzaría al 80,8 por ciento de los ahorristas, que en total poseen 3794 millones, el 20,8 por ciento de los depósitos reprogramados.
Según la perspectiva oficial, aun con la desprogramación, el dólar podría mantenerse estable por lo menos hasta fin de año, ayudado por las últimas medidas de control cambiario tomadas por el Banco Central.
Otra de las definiciones importantes en el equipo económico refiere a que los bancos privados tendrán que devolver los depósitos con fondos propios. El Central sólo auxiliará, en caso de ser necesario, a las entidades públicas. Entre el Nación y el Provincia de Buenos Aires, los bancos estatales más importantes del sistema, deben devolver 220 millones de pesos (160 y 60 millones, respectivamente). Cerca de Lavagna sostienen que pese a la dura resistencia de los bancos extranjeros por capitalizar sus filiales argentinas, en la actualidad las entidades cuentan con liquidez suficiente para cumplir con el objetivo. Cabe recordar que los plazos fijos aumentaron en 1550 millones de pesos durante el mes pasado. Precisamente, la apuesta del Gobierno y de los propios financistas también contempla que una parte de los depósitos liberados se queden en los bancos como plazos fijos de libre disponibilidad, aprovechando que la tasa deinterés pasiva ronda entre 30 y 40 por ciento anual para las colocaciones menores.
Respecto del corralito, en el Palacio de Hacienda son tajantes: no habrá cambios. Es decir, desestiman el pedido del Fondo Monetario de levantar los actuales impedimentos por temor a una corrida contra el peso. Los depósitos en cuentas a la vista del sector privado alcanzan a 20.000 millones de pesos. “Ya le comunicamos al FMI que no quitaremos las restricciones hasta que no firmemos el acuerdo. Sería la única forma de garantizar la estabilidad”, comentó la fuente a Página/12.
En las reuniones de Economía con los banqueros para definir la liberación, ninguna entidad puso reparos al plan. Es sabido que los bancos proponían la re-reprogramación de los plazos fijos, un proyecto que descartó Lavagna. No obstante, el canje de depósitos por los nuevos Boden 2013 quitará responsabilidad a los bancos ya que el pasivo lo asumirá el Estado. En todo caso, si el Estado cae en default, las entidades financieras sólo abonará 1,40 peso más CER, exactamente lo mismo que ahora con la salvedad que tendrán diez años y medio para pagarlos. En las estimaciones preliminares de Economía, el costo fiscal del nuevo canje alcanzará a 3500 millones de pesos.

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Roberto Lavagna, ministro de Economía, recibió una respuesta negativa del FMI por la flexibilización del corralón.
 
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