ECONOMíA › EL FMI CUESTIONO INDIRECTAMENTE LAS CIFRAS OFICIALES DE INFLACION

Malabares con el Indec

El Fondo mantuvo la formalidad de informar la estimación de inflación oficial para 2008, aunque aclaró que consultoras privadas prevén una cifra más alta. Lousteau viaja a Washington a la Asamblea Anual.

 Por Tomás Lukin

Para el Fondo Monetario Internacional, Argentina crecerá un 7 por ciento, subiendo así 1,5 punto sus proyecciones para este año. Aunque corrigió a la baja las estimaciones de inflación para el país, de 12,6 por ciento en octubre pasado a 9,2 por ciento, el FMI no se privó de cuestionar los datos del Indec: “Aunque la medición de la inflación cayó, la mayoría de los analistas privados cree que la inflación actual es considerablemente mayor a la reflejada por las estadísticas oficiales”. El organismo internacional también estimó que el superávit de cuenta corriente como porcentaje del PIB comenzará a declinar en el 2009. El ministro de Economía, Martín Lousteau, viajaría hoy a Washington para participar en el encuentro del organismo.

En la previa a su reunión primaveral, el FMI busca recuperar el tiempo perdido. Las sombrías proyecciones globales de su reporte económico vuelven a ubicar –por el momento– al organismo en un plano protagónico. Luego de anunciar que las pérdidas potenciales de los bancos podrían ascender a 945 mil millones de dólares, el FMI se sumó a la Reserva Federal al sostener que Estados Unidos conocerá este año “una ligera recesión”. Ayer, el Banco Mundial reveló las previsiones de crecimiento mundial preparadas por el Fondo unas horas antes de que éste lo hiciera. Para ambos organismos el indicador se desacelerará hasta 3,7 por ciento este año –en 2007 había sido de 4,9 por ciento– y subirá ligeramente en el 2009. Estos números significan una corrección de medio punto menos de las proyecciones de enero.

Aunque las economías emergentes y en desarrollo se encuentran menos afectadas por la turbulencia financiera, “no estarán resguardadas de una desaceleración grave de las economías avanzadas”, sostuvo el Fondo. En América latina, el organismo dirigido por Strauss-Kahn calcula que los países “serán alcanzados por la crisis (en Estados Unidos) pero no aplastados”. Si bien los países de la región han mostrado cierta fortaleza frente a los últimos sucesos que tuvieron su epicentro en el norte, para el Fondo este año el crecimiento será “modesto debido al endurecimiento de las condiciones monetarias y a condiciones de financiamiento externo menos favorables, pero los altos precios de los commodities deberían ayudar a mantener las demandas internas”. En este contexto, el FMI espera que “la inflación en América latina aumente en el 2008 antes de relajarse en el 2009”.

En la actualidad, el Fondo no tiene un rol definido en las grandes discusiones financieras y existe una desconfianza generalizada en su capacidad de recomendar política económica; sin embargo, el informe presentado por el organismo se analiza con detenimiento, ya que su relevamiento no sólo brinda datos a escala internacional sino que además contiene información de primera mano de las oficinas gubernamentales y sus misiones en los diferentes países. Según apuntó a este diario el especialista en finanzas, José Siaba Serrate, “el FMI está recomendando unificar criterios para realizar acciones coordinadas y definidas a escala global, pero además está señalando que para frenar la crisis va a ser necesario utilizar grandes cantidades de recursos públicos”.

Aunque evalúa prematuro “sacar conclusiones definitivas sobre las reformas de base necesarias para salvaguardar la estabilidad financiera a largo plazo”, el Fondo menciona algunas medidas, como reforzar los capitales bancarios para reestablecer rápidamente la confianza y capacidad crediticia, suministrar suficiente liquidez a través de los bancos centrales para que los mercados funcionen sin problemas, mejorar la regulación de los mercados hipotecarios y la coordinación entre los supervisores, rever el papel de las calificadoras de riesgo mejorando la divulgación de información para los inversionistas y estrechar la cooperación en materia de supervisión. Siaba Serrate descarta que el Fondo Monetario tenga un rol activo en la solución de los desbalances globales, pero advierte que “no sería sorprendente si se termina haciendo lo que el FMI sostiene, no porque ellos lo impongan, sino porque el organismo deja traslucir algo que ya se estaba gestando entre las principales economías”.

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Martín Lousteau, ministro de Economía, rumbo a Washington.
Imagen: Pablo Piovano
 
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