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El Gobierno palpita el final de las negociaciones con el FMI, después de haber trabajado por ello durante todo el año. El equipo económico inició ayer un fin de semana largo de trabajo, para analizar el borrador del acuerdo que negoció en Washington el secretario de Finanzas, Guillermo Nielsen. La fecha fijada para la firma del convenio es el 15 de noviembre. Este diario reveló ayer que ese es el día que dispuso el directorio del Fondo para tratar el caso argentino. Durante el mes que resta hasta entonces el Gobierno deberá cumplir con las últimas exigencias. Entre ellas se cuentan establecer un plazo para el aumento de tarifas de los servicios públicos y empezar a negociar con los acreedores privados.
Las metas que impone el organismo de crédito le traen varios problemas al Gobierno. Uno de ellos es la pelea que se desató entre Economía y la Anses por el pago de sentencias a los jubilados (ver nota central). Duhalde prefiere restar trascendencia a esos hechos y destaca que “el acuerdo está casi listo”. En su programa en Radio Nacional, el Presidente evaluó que “el trabajo técnico está prácticamente terminado” y consideró que todo finalizará pronto. También sostuvo que “la etapa del derrumbe ha terminado y comienza la de la reconstrucción en base al trabajo y la producción”.
Uno de las exigencias del FMI antes de firmar el acuerdo es que se inicie el proceso de reestructuración de la deuda externa. Duhalde afirmó que “tenemos que salir del default” e indicó que “nuestra voluntad y la de los gobernadores es iniciar negociaciones que nos lleven a entendimientos (con los acreedores) y salir de este default que hace que el mundo nos mire con desprecio”. La subdirectora del FMI, Anne Krueger, había advertido anteayer que no habría acuerdo mientras Argentina continuara sin negociar con los tenedores de títulos públicos del exterior.
El equipo económico se reunió ayer “en un lugar secreto”. Los voceros de esa cartera aclararon que se decidió mantener el hermetismo durante el fin de semana de trabajo. El borrador del acuerdo establece que habrá revisiones bimestrales de las metas. El Gobierno hará un esfuerzo por conseguir el respaldo de los candidatos a lo que se está negociando.
Algunas de las cuestiones que restan, según lo que plantea el Fondo en la carta de intención, es fijar la fecha en que aumentarán los servicios públicos, diseñar un plan para la banca pública y trabajar en el saneamiento del sistema financiero. Respecto de la banca pública, lo que se quiere es que a corto plazo una consultora internacional examine en detalle las cuentas del Banco Nación y sugiera un plan de ajuste de costos. Para más adelante podría pedirse su conversión en sociedad anónima y la incorporación de capital privado. Por otra parte, habría metas cuantitivas para ajustar la emisión a la salida de dinero por amparos.