ECONOMíA › PRESIóN SOBRE LOS PARAíSOS FISCALES

Suiza, con menos secreto

Los bancos suizos podrían perder hasta el 7 por ciento de los activos bajo gestión, como consecuencia de la histórica decisión tomada el viernes por la Confederación Helvética de flexibilizar el secreto bancario frente a la presión internacional. “Suiza cedió más terreno de lo que esperábamos y ha puesto en marcha un movimiento que podría cambiar radicalmente el paisaje bancario privado del país”, explicó Peter Thorne, analista del banco Helvea. Los activos con mayor riesgo de salir de la Confederación se encuentran en manos de acaudalados europeos y estadounidenses.

Entre el 30 y el 50 por ciento de los activos bajo gestión en Suiza, primer centro mundial de gestión de fortunas, proceden de la Unión Europea y podrían ser repatriados, subraya Thorne, destacando el mayor grado de vulnerabilidad de los bancos pequeños con respecto a los grandes grupos. En efecto, UBS y Crédit Suisse, líderes suizos del sector, diversificaron sus actividades entre el offshore (cuentas no domiciliadas en Suiza) y el onshore (la gestión de la cuenta en el país de residencia). En cambio, muchos establecimientos privados se concentraron casi exclusivamente en el offshore.

Suiza, junto a Luxemburgo, Austria y Mónaco, anunciaron el viernes que flexibilizarían las leyes del secreto bancario, empujados por la comunidad internacional que amaga con dar guerra a los paraísos fiscales. El gobierno suizo se comprometió a acatar los estándares de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), que contemplan el intercambio de información con otros países.

La decisión de estos países europeos intervino antes de que el G-20, que reúne a las principales potencias y países emergentes del mundo, se reúna el 2 de abril en Londres, donde abordarán la creación de una “lista negra” de los paraísos fiscales no cooperativos como una de las respuestas a la crisis financiera global. Según el ministro suizo de Finanzas, Hans-Rudolf Merz, el primer ministro británico, Gordon Brown, se comprometió, tras el gesto histórico de Berna, a “apoyar a Suiza para que el G-20 no la incluya en una lista de países que no cooperan”. La Asociación Suiza de Banqueros se mantiene por ahora optimista y estima que la nueva medida no provocará una huida de los capitales, puesto que la ayuda administrativa que ofrecerán los bancos a las autoridades sólo será acordada si existen sospechas fundadas. En Alemania, esa condición causó malestar ayer, donde el Ministerio de Finanzas afirmó que “arroja dudas sobre la voluntad real de adoptar sin restricciones los estándares de la OCDE”. “La presión política debe mantenerse a nivel internacional”, sostuvo un comunicado del ministerio. A fines de 2008, los bancos suizos tenían ingresado 1,4 billón de euros procedentes del extranjero.

Compartir: 

Twitter

 
ECONOMíA
 indice

Logo de Página/12

© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados

Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.