ECONOMíA › EL GOBIERNO PROVINCIAL CAYO EN DEFAULT Y RESPONSABILIZO A RUCKAUF

Luchando para no irse a la lona

Felipe Solá decidió no abonar mañana un vencimiento en euros. “Hemos heredado una situación financiera muy dura: estamos luchando para no ir a la lona”, advirtió. Pelea con Techint.

 Por Raúl Dellatorre

Ya sin alternativas, el gobierno de la provincia de Buenos Aires se declaró en default. El anuncio formulado por el gobernador Felipe Solá indica que mañana no hará efectivo el pago de 25,5 millones de dólares correspondientes al pago del cupón semestral de un bono nominado en euros. Como en la metáfora de “la frazada corta”, el gobierno provincial debió elegir qué parte dejar al descubierto, y optó por pagar a los proveedores locales los intereses de los bonos de cancelación de obligaciones bonaerenses (Bocanoba) y dejar de hacerlo con los acreedores europeos.
El gobierno provincial respaldó su decisión en la declaración previa del default a nivel nacional, hace ya más de un mes, cuando el presidente transitorio Adolfo Rodríguez Saá lo hizo público ante la Asamblea Legislativa. Según precisó ayer el gobernador, el default alcanza en general a los compromisos externos de la provincia, “con excepción de los contraídos con organismos multilaterales, porque también (junto a los Bocanoba) les daremos prioridad en defensa de los bonaerenses”.
Los intereses que vencían mañana corresponden a una emisión de títulos por 200 millones de euros, por los que la provincia pagaba un 12 por ciento anual. En alusión al ex gobernador Carlos Ruckauf, actual canciller del gobierno nacional, Solá señaló que “hemos heredado una situación financiera muy dura: no estamos en la lona, pero estamos luchando para no llegar a la lona”. Eludió una mención al monto total de la deuda provincial, aunque admitió que “es una cifra bastante más elevada que la del año pasado”, cuando había superado los 10 mil millones de dólares. Según estimaciones privadas, la deuda provincial más que se duplicó en poco más de dos años, lo que para la mayoría de los analistas hacía inevitable la cesación de pagos.
De hecho, la provincia viene manejándose desde hace varios meses absolutamente con criterio de caja, es decir sin créditos salvo por la emisión de patacones. “Ya se acumularon casi dos meses de atraso en los sueldos por los pagos parciales que se han venido realizando”, recordó a este diario un analista de las finanzas provinciales, “hubo recortes de hasta 80 por ciento en remuneraciones que tenían compensaciones por viáticos, y con los proveedores hay un criterio acordado de hablar sólo sobre las condiciones de pago de aquí para adelante; sin embargo, no hay grandes presiones, porque la situación general hace que exista una tolerancia que en otros momentos hubieran resultado inimaginable”.
La recaudación impositiva, sobre la que no existen datos para enero, se estima que sigue desinflándose, y en muy pocos meses el gobierno deberá definir cómo resuelve los conflictos de la educación y la salud, “en situación terminal” según algunos estudios. La provincia sigue financiándose con la emisión de patacones, que han logrado una alta aceptación como circulante, entre otras razones por la situación de absoluta iliquidez (falta de dinero) provocada por el “corralito”. Según un analista consultado por Página/12, “ni la circulación de patacones ni la situación presupuestaria de la provincia se van a ver seriamente afectadas por el default”.
Las características diferenciales entre la deuda nacional y la provincia obligará a poner en juego la capacidad negociadora de esta última, ya que no podrá avanzar en una negociación conjunta. Mayoritariamente, la deuda bonaerense está nominada en euros y yenes, teniendo como principales acreedores primarios (intermediarios en la colocación de los títulos) al Eximbank y al Deutsche. Además, los plazos de vencimiento son mucho más cortos que los del gobierno nacional.
Solá agregó ayer que en los próximos días dará a conocer “otras cuestiones que hacen a ingresos y deudores de la provincia, del Banco de la Provincia y deudores del fisco bonaerense, porque el nuestro no es solamente un problema de gastos”. Advirtió que en “las próximas horas” encarará una acción para resolver la situación de los “grandes deudores del Banco Provincia que tienen su deuda estatizada por la ley que creó elFondo Fiduciario”, dijo en referencia a una resolución de su antecesor en el cargo. “Yo no voy a ser alguien que mire solamente los gastos, que es la visión clásica que se tiene del ajuste: quiero que la provincia sea un lugar mas justo y para que así sea iremos también contra la injusticia de que mientras unos le han pagado a la provincia, otros no le han pagado y han conseguido estatizar su deuda”.
Por otro lado, denunció presiones del grupo Techint, a través de la empresa de cargas Ferroexpreso Pampeano, por deudas de la provincia por uso de vías para los trenes de pasajeros. “Me han hecho visitas y me hicieron llegar diversas presiones sobre una deuda que la provincia le discutió en su origen, por canon de uso de las vías”, dijo Solá. En ese sentido, denunció que Techint “nos quiere hacer responsables de cualquier decisión que tomen respecto a la paralización de este servicio, algo que rechazamos absolutamente”. “Si (Techint) no hizo buen negocio con fletes en cereales, con costos más bajos que el de los camiones, no ha sido nuestra responsabilidad”, manifestó.

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Felipe Solá, gobernador de Buenos Aires, no se relame ni le saca la lengua a la realidad.
El gobierno provincial privilegió el pago de intereses a proveedores y a organismos multilaterales.
 
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